España ha hecho el partido que todos esperábamos, jugando como sabe. Pero también ha tenido la fortuna de encontrarse con un gol muy temprano, lo que ha dado más pausa a su fútbol, sin la necesidad imperiosa de buscar ese tanto que le diera los tres puntos.
No me ha gustado en exceso el juego de los campeones, más que nada porque un partido ha de ser cosa de dos equipos y hoy en el campo sólo hemos visto a uno. Irlanda, si se hubiera quedado en su país, habría hecho el mismo papel que ha terminado haciendo al venir a esta Eurocopa.
Desgraciadamente, hay que pasar estos trámites para acabar siendo campeones y a España no le ha venido mal tener un rival débil, demasiado débil, en este segundo partido tras el empate, muy duro, contra Italia. Me voy con la sensación de que hemos ganado tres puntos pero de que la goleada es engañosa. Se veía venir desde el principio que España iba a ganar sí o sí.
Sería injusto destacar a alguno por encima de los demás porque la selección ha jugado a lo que sabe, practicando un juego coral. Si bien es verdad que Iniesta es siempre, o casi siempre, el más vistoso, el partido de Xavi y de Silva no ha estado nada mal. También me quedo con la labor de los dos centrales –Piqué y Ramos–, que han solventado francamente bien el poco trabajo que han tenido.
Sin olvidar los dos goles de Torres ni a un Arbeloa que ha mejorado su nivel con respecto al debut frente a la azzurra, pues esta vez no ha jugado de defensa, sino que ha podido subir la banda para terminar actuando de extremo. Pero no sólo ha progresado él, sino en general todo el equipo ante un rival que ha dado infinidad de facilidades.
El partido del próximo lunes ante Croacia será otra historia porque nos van a plantear muchas más dificultades que los irlandeses. El de Slaven Bilic es muy buen equipo, muy correoso, que sabe mantener la pelota y tiene llegada. Por eso no va a renunciar a marcar. Será un duelo que en nada tendrá que ver con el de esta noche ante la Irlanda de Trapattoni, si bien es cierto que el empate contra Italia permite a los balcánicos llegar a una situación en la que no tendrán que arriesgar demasiado. Igual que España.