Desertores, disidentes o liberados

En breve comenzará la operación de destrucción, cuyo argumento será la descalificación y estigmatización de estos ciudadanos, al servicio de la cual, a lo largo y ancho del mundo y especialmente en nuestro país y región, actuarán agentes presuntamente independientes, comprometidos con La Habana –inclusive periodistas y comunicadores honestos–, que serán inoculados por la propaganda en la que es experto un Gobierno totalitario, para hacerles repetir términos y calificativos o para identificar situaciones que estigmaticen a estas personas.

Ya las primeras informaciones se refieren a "desertores", y esta calidad es repetida sin análisis incluso por quienes de buena fe informan a la población. Es necesario analizar los términos utilizados por quienes se refieren de buena fe a esta situación, para trazar una frontera con quienes lo hacen de mala fe. Según la Real Academia "desertar" es "desamparar, abandonar el soldado sus banderas" o "abandonar las obligaciones o los ideales". Nótese que es una actitud reprobable referida a lo militar o a los principios; no es por tanto justo que a quienes persiguiendo la libertad y su realización personal deciden no volver a su país porque allí no pueden gozarlas, y no es ético tratarlos como militares que en la batalla sin coraje abandonan la causa de su patria.

Admitir que los atletas cubanos que, como una larga nomina de compatriotas entre quienes resolvieron no volver a su país, son desertores los coloca en una categoría reprobable para cualquier ciudadano de cualquier país, una especie de "paria" que no merece consideración.

Tengan en cuenta estas situaciones que transcribimos del periódico El Observador de Uruguay.

    * 1996.-El campeón olímpico de boxeo Joel Casamayor y su colega Ramón Garbey abandonan la delegación en México.
    * 1997.-El jugador de beisbol Orlando Hernández huye en una balsa hacia Las Bahamas.
    * 1999.Trece miembros de la delegación cubana en los Panamericanos de Winnipeg piden asilo en Canadá.
    * 2001.-Seis jugadores de la selección de voleibol abandonan el equipo en Bélgica.
    * 2002.-El jugador de béisbol José Ariel Contreras deserta en México.
    * 2004.-El jugador de béisbol Kendry Morales se escapa a Miami en lancha.
    * 2006.-Los campeones olímpicos de boxeo Odlanier Solís, Yan Barthelemí y Yuriorkis Gamboa desertan en Venezuela
    * 2007.- Los jugadores de béisbol Yasser Portuondo y Raidel Poey abandonan sus equipos en Bulgaria. El hanbolista Rafael Capote hace lo propio en los Panamericanos de Río de Janeiro. El bicampeón olímpico de boxeo Guillermo Rigondeaux y el campeón mundial Erislandy Jara intentan desertar en esa competencia. Pero después de unos días regresan a Cuba.

Estos ciudadanos merecen el respeto que a cualquier persona corresponde, ellos han analizado y meditado largas horas su decisión, las consecuencias que la misma puede tener para sus familias, que se quedan en Cuba, y han optado por la libertad, la autonomía, el Estado de Derecho, y lo han hecho disfrutando de la paz de un país solidario como Uruguay. No hay derecho a añadirles a la penosa realidad que han vivido y aún no han podido reparar, la estigmatización y el atropello, ya que tienen derecho a resolver por sí mismos, sin la intervención del Estado, su desarrollo personal. Lo primero es respetarlos y para ello debemos rechazar la "propaganda" y "desinformación" que se desarrollará por los interesados en minimizar esta situación y condenarlos por su digna actitud. El primer paso es darles el status que merecen y respetarles sus derechos.

No deben ser tratados ni mencionados como "desertores", término adecuado para personajes incapaces de defender sus ideales o su patria, quizás debamos mencionarlos como "disidentes", que es una calidad elogiosa que adquirió magnitud con los héroes de la resistencia a las dictaduras comunistas del este de Europa; o mejor "liberados", porque supieron aprovechar la rendija por la que conocieron la luz de la libertad personal e individual que en su país no existe y por ventura nosotros disfrutamos en Uruguay.
Las autoridades de Uruguay, que seguramente a estas horas estarán recibiendo las presiones habituales de un régimen dictatorial, mantendrán sin duda la independencia que las ha caracterizado en el pasado para garantizar los derechos de la totalidad de los habitantes de nuestro territorio al que se han sumado estos dos "liberados".

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