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Javier Somalo

España, la Gran Comilona

Si las cuentas de los restaurantes salen, Pedro tendrá que cambiar su mochila por un morral, un petate, un hatillo.

En los últimos días hemos tenido rumor y noticia –para José María García lo uno era antesala de lo otro– de varios contubernios, cenáculos y camarillas que dan una idea de cómo andan las cosas en este recién estrenado año de urnas 2015.

Después del affaire Kitty’s, el más sonado ha sido el encuentro entre José Luis Rodríguez Zapatero, Emiliano García Page, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. El promotor de la reunión no podía ser otro que Bono el cazatalentos, el ojeador manchego, el ministro de la guerra pacifista viajante de Chávez, el hidalgo de los corceles, el mártir de las manifestaciones, el vendedor ejemplar de crecepelo. Bono de las fuerzas vivas. El mismo que en 1993 reunió en la finca Quintos de Mora al presidente Felipe González y al juez Baltasar Garzón, la promesa socialista que habría de convertirse en número dos por Madrid y, con los años, toga va toga viene, en el enemigo número uno del PSOE tras ver frustrada su ambición ministerial.

La última quedada conocida de Bono ha levantado ampollas en Ferraz, al menos en la Ejecutiva, quizá en el círculo más próximo del secretario general o tal vez sólo en Pedro Sánchez y tres más. Pero ampollas ha levantado. El líder socialista se debate entre parecerse al de Podemos o distinguirse, y ahora tiene que soportar que su antecesor en el cargo, un miembro de su Ejecutiva y el patrocinador manchego hayan departido, con viandas y sin avisarle, sobre Dios sabe qué. Y de todos es conocido que el que falta en una reunión suele ser el motivo mismo de la reunión.

Es para preocuparse que en la misma semana Pedro Sánchez se vea protagonista por omisión no una sino al menos –hay más– dos veces. Susana Díaz quiere adelantar las elecciones autonómicas en Andalucía y además –el anuncio fue prácticamente simultáneo– está embarazada. Inmediatamente y con profusión de paralelismos entre lo biológico y lo político se llegó a la conclusión de que Susana Díaz saldrá de cuentas camino de La Moncloa o al menos con ese rumbo. Tiempo tiene de quedar bien en Andalucía, esperar la sangría electoral del PSOE en las municipales, batirse en primarias con Sánchez si le permitieran mantenerlas, despedirse de los andaluces y preparar campaña de candidata nacional. Incluso si a Rajoy se le ocurriera hacer coincidir las generales con las catalanas para anular el efecto plebiscitario de Artur Mas, Susana tendría margen. Muy corto, sí, pero lo tendría.

Decía que parece haber más citas en las que el galán de Ferraz aparece en el punto de mira. Una vez más –aprendida la lección del Camarga– sólo un mantel es testigo de posibles operaciones en la sombra. Los comensales son José Luis Rodríguez Zapatero, Felipe González y otro célebre ex. El tema de conversación: Pedro Sánchez y Susana Díaz con victoria de ésta. Susana de España, la madre patria en persona. Tendrá que esquivar las quejas de los que dirán que no quiere a Andalucía, que la usa para llegar a La Moncloa, que huirá de la tierra… que aprovecha el embarazo. Pero ahí estará ella para desmentir en bajito y dejar entrever que si acaso así fuera, bien empleado estará ese voto porque desde Madrid será la mejor para Andalucía, la primera mujer presidenta del Gobierno, socialista, andaluza, española y lactante. En resumen y sin los adornos apócrifos la conclusión a los postres fue: mejor Susana que Pedro.

No es exageración. Esto ha sucedido ya en España. Lo diseñó Miguel Barroso, lo propuso José Blanco y lo aceptó el presidente Zapatero cuando se decidió que Carme –en lo sucesivo Carmen– Chacón sería la ministra de Defensa. Lo recuerda José García Abad en El hundimiento socialista. En la conversación, Blanco le dice a Barroso que Zapatero quiere a una mujer como ministro de Defensa y que está pensando en Elena Salgado. Barroso replica:

–– No fastidies, mucha mejor imagen da Carme para ese ministerio. Si la nombra a ella, el jefe dará un formidable golpe de efecto. Es joven, catalana y está embarazada y esas son tres cualidades que todos valorarán. Será un pelotazo ante los medios y la opinión pública.

Blanco llamó entonces al presidente para vender la idea de Barroso sobre quién sería esa mujer que tendría que mandar firmes.

––¿Quién?

––Carmen Chacón. ¿Te la imaginas mandando en los militares, además ahora, que está embarazada?

––No es mala idea

La conversación recogida en el libro de Abad procede otro libro, El PSOE en llamas, de Diego Armario. Por los títulos ya vemos que la deriva del PSOE viene de lejos y ahora es como para charlar hasta con Pablo Iglesias, no el difunto sino el redivivo. Pero aquello era para un ministerio y esto es empresa mayor. El caso es que si unimos a la casta y al galgo y resumimos comidas y cenas tenemos como actores principales a Susana Díaz, Pablo Iglesias y Pedro Sánchez y aquí es donde a alguno se le puede ocurrir que un probable bipartito andaluz a ojos del PSOE no pase por el PP ni por IU sino por Podemos. Creo que no será así porque los bolivarianos prefieren medirse a Sánchez y con respecto a Andalucía espero que no sea así. Pero los de Iglesias ya han demostrado que de casta le viene al galgo el ser rabilargo y ya alternan con los de siempre.

De lo que no cabe duda es que el trabajo de los ex presidentes –González, Aznar y Zapatero– en auxilio de sus partidos pero no de sus respectivos líderes oficiales está siendo intenso. Es como si una brevísima vuelta al pasado confirmará lo de que "otro vendrá que bueno te hará" por difícil que sea imaginar esa frase si en ella asoma Zapatero. Van dos refranes así que abusaré para recordar que no hay nada más reservado que un general en activo y nada más activo que un general en la reserva. Por cierto, no se nos olvide otra mesa con mantel muy reciente, la que compartieron Felipe González y el rey emérito Juan Carlos en Zalacaín y en este caso, el dicho sobre el general puede entenderse como literal.

Si las cuentas de los restaurantes salen, Pedro tendrá que cambiar su mochila por un morral, un petate, un hatillo. El hombre que se quitó las vocales puede perder también las consonantes. El socialista innominado. Mientras, en la España de los ERE falsos, Mercasevilla, Gurtel, Pujol, Púnica, Rivas Vacía-Rivas y Tuerkas nos llamarán a votar compulsivamente. A ver quién dice ahora que en España se cercena el derecho a decidir. Alguno va a tener por ley más días de reflexión que en toda su vida.

Y frente a estos movimientos y camarillas culinarias tenemos al partido de Gobierno, al PP de la mayoría absoluta que celebra ahora su convención nacional pero mirando de reojo las veladas o aperitivos que a buen seguro convocará el excarcelado Bárcenas. Tanto comer y beber puede acabar fatal.

En España

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