El Real Madrid tiene motivos para ser optimista de cara a la vuelta. En un partido interesante en lo táctico, aunque ciertamente no demasiado bonito para el espectador, vimos a una gran Juventus, principalmente en el inicio de la primera y segunda mitad, y perfectamente resguardada cuando, tras el 2-1, introdujo a Barzagli para jugar con tres centrales y una línea de cinco en defensa.
Ante esa muralla de cinco, al Madrid le faltó creación, profundidad en las bandas, apenas vimos llegadas de Carvajal y Marcelo, en una situación que los italianos manejan como nadie, incluyendo las pérdidas de tiempo. Conseguir que la brecha de Chiellini se cure en pleno césped, y que luego el árbitro añada tres minutos, sólo lo logran los transalpinos.
El Madrid mostró inseguridad desde los centrales, pero también Marcelo generó desconfianza y algún error que se pagó caro. Ante esas dudas, la presión asfixiante de la Juve, con un Morata muy maduro y un Tévez que parece que no envejece, haciendo un esfuerzo sensacional, generó muchos problemas a la pareja de mediocentros, demasiado desequilibrada con un Sergio Ramos que pareció muy escorado a la derecha, generando una distancia muy grande entre él y un Kroos muy solo en su parcela, pese al buen trabajo de Isco y James. Pero esa desconfianza desde atrás se notó también cuando el Madrid tuvo la pelota.
También fue un partido de estados de forma. A Bale se le notó que acaba de volver de una lesión, algo que siempre es complicado en una fase tan crucial de la temporada. Todo lo contrario que a la pareja de atacantes de la Juve. Tévez fue un constante dolor de cabeza, buscando la espalda con su verticalidad y tirando diagonales partiendo de entre los mediocentros blancos.
Sin embargo, el Madrid debe ser optimista. La vuelta, con el regreso de Benzema y el equipo sabiendo lo que está en juego, que es jugar una segunda final de Champions consecutiva, debe propiciar la remontada, por más que la Juve seguramente ponga la línea de cinco atrás desde el pitido inicial y espere su oportunidad. El gol de Cristiano vale muchísimo, y deja al Madrid con un pie en Berlín.