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Jorge Valín

La seguridad armada no es ningún crimen

Los criminales siempre van armados; las leyes contra las armas sólo desarman a la gente honrada, a los que cumplen la ley.

Recientemente altos cargos de Cataluña se han pronunciado en contra de la tenencia de armas por particulares para la autodefensa abogando por mantener el desarme civil y los altos grados de inseguridad ciudadana. La plataforma A.N.A (Asociación Nacional del Arma), y otras personas no vinculadas con la organización enviaron una carta a Joan Saura, conseller de Interior, criticando su punto de vista de no crear ningún debate sobre el control de armas y la defensa personal. La respuesta la dio, en nombre de Saura, su jefe de Gabinete, Xavier Riu Sala, dejando claro que nosotros, los ciudadanos, no tenemos derecho alguno a defendernos y abogando por la omnipotencia estatal.

Es evidente que el Gobierno es incapaz de protegernos a todos, y no sólo eso, sino que no tiene interés alguno en tomarse el tema en serio. Sólo hace falta darse una vuelta por Cataluña para ver dónde está la policía. Sí que vigilan, pero no a los delincuentes, sino las carreteras para que los coches no pasen el límite de velocidad. También vigilan los lugares turísticos para poner multas express o fiscalizan a los peligrosos e incívicos top manta. A los clientes también los multan. Al Gobierno no le importa más que recaudar.

Pero ahora Saura ha tenido un nuevo plan para luchar contra la inseguridad. Ha cogido a 250 mossos d´esquadra que estaban en oficinas y los quiere poner a patrullar. La seguridad de Cataluña dependiendo de oficinistas. Clásica solución del Estado. Improvisar y poner en marcha el plan más ineficiente, costoso, absurdo y cortoplacista. Lo que no se entiende entonces, después de esta medida, son las declaraciones del president, José Montilla, dos días después, afirmando que no hay inseguridad alguna en Cataluña y que toda la culpa la tiene la prensa. Si no hay problema de seguridad ¿por qué hacen patrullar a oficinistas o carceleros teniendo que contratar después seguridad privada para vigilar las cárceles? Sólo le hace falta movilizar a los jardineros de Parcs i Jardins para que patrullen con su azadón. Luego contratarán a una empresa privada de jardinería para que haga el trabajo de los nuevos "polis" improvisados.

¿De verdad confía más en estos políticos y sus métodos chapuceros que en usted mismo? Los criminales siempre van armados; las leyes contra las armas sólo desarman a la gente honrada, a los que cumplen la ley. A modo de ejemplo, fíjese en una noticia de esta misma semana. La Guardia Civil ha desmantelado una red dedicada al tráfico de armas a través de Internet. ¿Cree que sus clientes eran padres de familia responsables? No, probablemente todos ellos fuesen delincuentes en activo que no hacen caso alguno ni al reglamento de armas ni al código penal. Un arma de fuego le mantiene a usted y a su familia las 24 horas del día protegido sin depender de las alucinaciones de ningún burócrata con aires de Dios de la humanidad.

Saura también cayó en otra contradicción con sus declaraciones a favor de las drogas. En esta ocasión dijo una gran verdad: "legalizar las drogas no quiere decir estar a favor de que la gente las consuma, sino que comporta un conjunto de medidas para tratar de acabar con el narcotráfico y las enfermedades". Cuando en los Estados Unidos de los años 20 el Estado impuso la Ley Seca, se produjeron medio millón de detenciones, dos mil muertos por choques entre bandas, 35.000 muertos por intoxicación etílica y Nueva York pasó de tener 15.000 bares legales a 32.000 tugurios clandestinos. Volvió la legalización del alcohol y todo volvió por donde solía. Posiblemente si legalizaran y liberalizaran las drogas pasaría lo mismo, y si desregularan la tenencia de armas, evidentemente, el crimen disminuiría.

Los criminales siempre acuden a las sociedades indefensas (vienen de la otra punta de Europa a robar aquí), no a aquellas donde la gente tiene la capacidad de defenderse con sus propios medios. Comparemos por ejemplo Estados Unidos con su vecino Canadá y con el Reino Unido, al que se asemejan en cultura. Según John Lott, reconocido estudioso de la seguridad, en Estados Unidos los asaltos a las casas con propietarios dentro (de noche generalmente) representan el 13% del crimen total. Los asaltantes saben que un alto porcentaje de la gente está armada en casa y no se atreven a entrar por el riesgo que les comporta, cuando lo hacen, se aseguran que no haya nadie. En Canadá y Reino Unido, países con un fuerte control de armas, este porcentaje se dispara hasta el 50%. En España lo estamos viviendo ahora. Sabiendo el celo que mantiene el gobierno por el desarme civil, los ladrones esperan a que los propietarios estén todos dentro para asaltarlos, darles una paliza y obligarles a que les digan la combinación de la caja fuerte y lo que se les antoje en ese momento. ¿Es esta la seguridad que quiere Saura?

La posición de Saura y compañía se basa en prejuicios, dogmatismo e ideas trasnochadas que sólo incentivan el crimen. Es muy triste que un gobernante apoye esto. Parece que prefieran ver a una mujer degollada en su casa o violada brutalmente antes que verla empuñado un arma contra su agresor para defenderse. Evidentemente, la "solución" políticamente correcta no es el remedio. Hemos de ser nosotros quienes tengamos la opción de elegir cómo defendernos, y el Gobierno la obligación de permitirnos esta legítima opción desregulando y liberalizando la tenencia de armas. Así trabajarían de verdad contra los criminales.

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