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Jorge Valín

Más farmacias no significan un mercado libre

El sector de las farmacias tiene un sinfín de normativas que perjudican a los empresarios del sector y al consumidor teniendo que desembolsar, ambos, un precio más alto del que se daría en un mercado totalmente libre.

La Comisión Europea (CE) solicita a España que se liberalicen las farmacias equiparándolas al resto de comercios. Para la CE el sistema español es discriminatorio y no reúne las condiciones necesarias para abastecer a todos los ciudadanos. El gobierno español tiene dos meses para contestar a Europa.

La advertencia ya fue lanzada también a Italia, y el gobierno de Romano Prodi lo está intentando con las quejas de costumbre. Evidentemente no provienen de los consumidores, sino de farmacéuticos que ven como sus abultados márgenes de beneficios pueden empezar a caer en beneficio de la competencia y el consumidor.

Como siempre, la CE no tiene idea alguna de lo que significa liberalizar. Liberalizar no significa introducir más empresas en un sector sino desregular, abolir leyes, impuestos y abrir el mercado a cualquiera que quiera arriesgar su capital en montar un negocio. Es el consumidor el auténtico soberano y sólo él ha de decidir qué empresa sigue y cuál cierra, qué productos se han de vender y cuáles no. En definitiva, somos nosotros quienes hemos de condicionar la oferta y no un funcionario de Bruselas.

Por ejemplo, liberalizar no es lo que pretende hacer Italia. De momento, y si no cambia nada, los nuevos establecimientos tendrán que contar con el consejo de uno o más farmacéuticos colegiados (para vender aspirinas, ya me dirá usted), estará prohibido realizar ofertas promocionales y el tema de los descuentos queda algo oscuro ya que, según el nuevo Decreto Ley, deberán realizarse de "forma transparente", entre otros puntos totalmente intervencionistas y prohibicionistas.

El sector de las farmacias, y el farmacéutico también, tiene un sinfín de normativas que perjudican a los empresarios del sector y al consumidor teniendo que desembolsar, ambos, un precio más alto del que se daría en un mercado totalmente libre.

Que las farmacias se equiparen a cualquier otro comercio es un avance que parece mentira que los euroburócratas no hayan exigido antes a los gobiernos, pero esto no es, ni mucho menos, suficiente para el bienestar material de los consumidores ni de los nuevos empresarios porque sigue habiendo un altísimo grado de intervención.

Como dijera el poeta americanoWalt Whitman, "el mejor gobierno es el que deja a la gente más tiempo en paz", y no parece que la "liberalización" de la CE quiera dejarnos en paz, sino que sigue queriendo meterse en nuestras vidas y elegir por nosotros.

En Libre Mercado

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