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José Antonio Martínez-Abarca

Gómez en los billares

Diga el señor Gómez, guapo, una sola cosa dicha o hecha por Aguirre que se compadezca poco con la práctica política liberal o conservadora cuando esta opción llega al Gobierno en "cualquier país de nuestro entorno".

El tal señor Gómez de los socialistas madrileños es un guaperas que da bien en las fotos y ya. Se le desconocen más aportaciones al arreglo del mundo en un momento a lo que tan dados son en el socialismo ocurrente.

Pero con eso de su fotogenia no comemos, así que hay que esperar que el señor Gómez no gobierne jamás. Porque es evidente que Gómez, opinando del Gobierno de Esperanza Aguirre que "no es de derecha civilizada, sino facha", se ha "fumado" en los billares algunas clases de politología elemental. Evidentemente no ha oído hablar ni en campanas lejanas de la tradicional y muy venerable existencia de una ideología liberalconservadora, concepto homologable en todas las democracias occidentales (como que es la ideología que inventó las democracias occidentales) y que no tiene nada que ver con la grotesca "derecha civilizada" (sic) que se han inventado los socialistas a su imagen y que es la que ahora habita el Ministerio Vitalicio de la Oposición. Fuera de España, Gómez, guapo, eso de "facha" no significa nada, y dentro ya tampoco.

Diga el señor Gómez, guapo, una sola cosa dicha o hecha por Aguirre que se compadezca poco con la práctica política liberal o conservadora cuando esta opción llega al Gobierno en "cualquier país de nuestro entorno" (por emplear aquella terminología de los europeístas felipistas). Ah, ¿que no sabe decir ninguna, porque cuando debía estar estudiando estas cosas para ser un Gómez de provecho se encontraba frente al espejo pintándose la pestaña? En cambio, seguro que se podría encontrar algo no homologable y algo no del todo enraizable en la exquisita batalla de las ideas anglosajona en, por ejemplo, la ejecutoria del alcalde Gallardón, que no siempre fue el viejo luchador de la izquierda de ahora, ni mucho menos. A no ser Gómez que, como dice el poeta de los "nueve novísimos" y liberal José María Álvarez sin asomo de ironía, consideremos que Francisco Franco era "un rojo peligroso", un socialista emboscado, y sus renacuajos de segunda o tercera generación "la derecha civilizada". Ah bueno, que era eso.

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