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José Ignacio del Castillo

Sobre delitos, penas y... sentido común

Mientras el gobierno de José María Aznar sigue adelante con ciertas reformas penales para combatir la delincuencia, el ínclito y “super-progresista” juez Garzón nos advierte de que “endurecer las penas, no disminuirá los delitos”. No hace mucho tiempo, curiosamente el líder catalanista Artur Mas repetía semejantes argumentos contra el cumplimiento íntegro de las penas por terrorismo pues “a fin de cuentas, los terroristas van a seguir matando igual”. Lo raro sería que, a la vista de semejantes declaraciones, que en España no se multiplicaran los índices de delincuencia. Esas cosas suelen ocurrir cuando la demagogia impera frente al sentido común.

Las reformas propuestas por el Partido Popular incluyen entre otras cosas tipificar como delito la comisión reincidente de faltas; vigilar la concesión de terceros grados penitenciarios; exigir el cumplimiento íntegro de las penas por terrorismo o expulsar del país a los inmigrantes que delincan. Basta con llamar a esto “endurecimiento de penas” como hace Garzón, para poder hacer luego demagogia y descartar la “vía represiva” como solución. Sin embargo, toda esta engañifa aparece diáfana si, en vez de utilizar un lenguaje tan “social”, empleamos otro que entienda mejor la gente. ¿De verdad piensa Garzón que “dejar sueltos a los delincuentes, no incrementa los delitos”? ¿No es acaso cierto que sólo pueden reincidir quienes jamás van a prisión o son prematuramente “reinsertados”? Ustedes dirán.

Es posible que esta vía no garantice la desaparición de los delitos. Es posible también que a veces no sea capaz siquiera de detener su aumento, sobre todo si el tejido familiar, las convicciones morales y los comportamientos sociales en general siguen deteriorándose. Todo ello, sin embargo, nada tiene que ver con el hecho objetivo de que impedir que los delincuentes habituales sigan actuando va a arrojar seguramente una situación mejor que la que de otro modo se produciría.

Si de verdad Garzón y Mas creen que la vía represiva no evita la comisión de ilícitos penales, bueno sería proponerles que apliquen sus idea en el campo de la evasión fiscal. ¿Qué tal eliminar el delito fiscal y rebajar las sanciones por infracciones tributarias en un 80%? No son tan tontos como parecen y eso nunca lo aceptarán. Peligraría demasiado la recaudación fiscal con la que medra el señorito Mas y el modelo socialista de don Baltasar.

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