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Juan Manuel Rodríguez

Adiós de Valdano y victoria del "Real Madrid clásico"

Los exegetas de Jorge Valdano aseguran que dimite ahora porque no quiere verse transformado en el traductor de Francesco Totti, pero yo creo que se marcha porque Florentino Pérez convocará elecciones el próximo 11 de julio, y porque, en el mejor de los casos, éste le iba a pedir que se ajustara mucho el cinturón económico. Valdano no se "echó a un costado" cuando el presidente negoció personalmente los fichajes de Zidane o Ronaldo, ni tampoco cuando un directivo de cuyo nombre no quiero acordarme aseguró -estando él presente en la sala- que Del Bosque se había quedado un poquito anticuado en sus métodos de trabajo. Valdano no se fue cuando, después de insistirle machaconamente sobre la necesidad de contratar un defensa central al precio que fuera, el presidente abortó la "operación Milito" en el último instante; ni tampoco saltó tras verse claramente que su recomendado Queiroz acabaría estrellándose irremediablemente contra una Liga que desconocía. Valdano se marcha ahora, consciente como es de que la contratación de José Antonio Camacho le relegará a un inevitable segundo plano, y que quizás esa pérdida de influencia conlleve también una drástica disminución de poder adquisitivo.
 
Hagamos juntos un rápido ejercicio: ¿cómo podríamos definir la etapa de Valdano al frente de la parcela deportiva del club de fútbol más importante del mundo?... No fue por intervención suya que se trajera a los "galácticos", (es más, alguno de esos fichajes estuvo incluso a punto de chafarlos) ni tampoco ha conseguido que los canteranos adquieran el papel protagonista que pretendía Florentino en un principio. Colaboró a reducir una plantilla en la que había demasiados jugadores, sí, pero hasta el punto de dejarla en su mínima expresión. Muchos de aquellos futbolistas de los que se desprendió el Real (Eto´o, Munitis, Luis García, Valdo...) se convirtieron más tarde en "vengadores justicieros" de la empresa que pagaba parte de sus honorarios. Y, por fin, la contribución final de Jorge Valdano: dejó que prescindieran de Del Bosque y aconsejó el fichaje de Queiroz. ¿Qué nota le damos?...
 
Lo cierto es que con la marcha de Valdano y la llegada de Camacho gana el "Real Madrid clásico", el Real Madrid de toda la vida, el "Real retro". Si es verdad que corre el escalafón y ascienden a Emilio Butragueño al puesto de Valdano, y si termina siendo cierto también que regresa Mariano García Remón, el "gato de Odessa", y que interesa de nuevo Del Bosque, sólo falta que contraten a Goyo Benito... Le volveremos a preguntar a Camacho.

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