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Juan Manuel Rodríguez

Apoyemos a las mocitas madrileñas

“El Tirachinas” descubrió este viernes, antes de que lo hiciera el mismísimo Florentino Pérez ante el resto de medios de comunicación, uno de los secretos mejor guardados de los fastos organizados por la empresa “Carat” (o sea, Miguel Ángel Rodríguez, alias “M.A.R.”) para conmemorar el centenario del Real Madrid. Me estoy refiriendo al himno que ha compuesto José María Cano, el de “Mecano”, y que ha cantado Plácido Domingo, nuestro tenor más internacional (excepción hecha, naturalmente, del prodigioso Alfredo Kraus, q.e.p.d.). ¿Y qué quieren que les diga?... Luis Munilla, compañero y amigo de la Cadena Cope, dio en la diana cuando dijo en antena: “A mi esto me recuerda mucho al Rey León”. La similitud “disneyniana” detectada por Luis resultó reveladora para quien esto escribe. Porque si Walt consiguió que hablaran un ratón, un perro y un pato, dotándoles a los tres de más personalidad de la que tienen muchos seres humanos, F.P. no se quedó corto borrando del mapa una deuda histórica que rondaba ya los 50.000 millones de pesetas.

Existe una preocupación lógica entre los socios y aficionados madridistas en relación con el himno del tándem Cano-Domingo. ¿Qué pasará con las mocitas madrileñas? ¿Acabarán en cualquier arrabal, desahuciadas y humilladas por uno de los cerebros grises de “Haway-Bombai”? ¿Ya no podrán ir alegres y risueñas porque hoy juega su Madrid? Hay que reiterar que la cantata es temporal y que no pretende jubilar a las tradicionales mocitas (a las nietas de las mocitas, más bien, porque el himno universal madridista data del año 1952).

A propósito del himno fetén, y no del presentado en loor de multitudes y que me recuerda mucho a la “Luna” que no se tragó en su día Alberto Ruiz Gallardón, habría que recordar que fue fruto de la improvisación y que se gestó, en un tren camino de Aranjuez, por Marino García, Mercedes Amor Fariño, Antonio Villena Sánchez y el maestro Cisneros. La letra, para más señas, fue escrita en unas servilletas de papel del restaurante “La rana verde” y, posteriormente, cantada por José de Aguilar, con la inestimable colaboración de una orquesta de treinta músicos. Todo muy alejado, como se puede comprobar, de las remasterizaciones y los estudios londinenses. Pero con corazón.

Yo fui el primero en cantar aquello de “hoy no me puedo levantar, el fin de semana me dejó fatal”. Me parece que “Mecano” ha sido el grupo pop español más importante de los últimos veinte años. José María Cano dijo este viernes que un himno no debe sorprender sino emocionar. Estoy de acuerdo. A mi me sigue emocionando el de los viejos estudios de “Discos Columbia”. Será por nostalgia; o será, quizás, porque no quiero ver a las mocitas madrileñas pasando hambre y calamidades.

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