Asistimos a la democratización de la Liga española. Ya no nos sorprende que el Deportivo de La Coruña se codee con los grandes, o que Celta de Vigo, Mallorca y Villarreal estén luchando por los puestos de cabeza. En cualquiera de esos casos, hablamos de equipos que sobrevivían en la frontera entre Primera y Segunda; y en el caso más llamativo, el del Depor, incluso batallando hace doce años para que no le aparcaran en Segunda B. Al Alavés le habríamos aplicado hace poco el calificativo de ascensor, pero la temporada pasada nos brindó a todos un espectáculo inolvidable en la final de la Copa de la UEFA, y ahora mismo encabeza la clasificación de nuestro campeonato. El "silbidito" de Lendoiro funcionó. En Vitoria querían la misma medicina, y con trabajo y disciplina la lograron. Los "ascensores" llegaron a la primera planta para quedarse.
No creo que Alavés o Betis vayan a ganar la Liga, pero de momento le están metiendo mucho tabasco a la competición. Echando un vistazo a los campeonatos europeos más relevantes nos daremos cuenta que, con la excepción del explosivo Chievo que es ahora mismo segundo en Italia, el resto están dominadas por los clásicos. En el calcio, Inter, Roma, Milán, Juventus y Lazio. En la Premier League, Liverpool, Arsenal, Leeds, Newcastle, Chelsea, Aston Villa y Manchester United. En la Bundesliga, Bayer Leverkusen, Bayern Munich, Kaiserslautern y Werder Bremen. Y resulta más llamativo si cabe teniendo en cuenta que en España hay al menos un par de equipos —Real Madrid y Fútbol Club Barcelona— que disfrutan de presupuestos elefantiásicos.
Podríamos hablar de un "patrón Lendoiro" que afecta, en mayor o menor medida, a los clubes que, viniendo desde atrás, se han incrustado entre los más poderosos. Salvo en el caso del Villarreal, sustentado por un "millonetis", Fernando Roig, que tendrá arriba al equipo mientras el juguete le haga gracia y no le impida vender baldosines, el resto han sabido dividir profesionalmente la gestión del club de la parcela deportiva. Lendoiro (Deportivo) y Alemany (Mallorca) son ejecutivos al servicio del club y con sueldo a cargo del presupuesto. Horacio Gómez (Celta de Vigo) "descansa" en su director general, Alfredo Rodríguez. Y en el caso de Gonzalo Antón (Alavés) simplemente está "desaparecido en combate", es menos conocido que el dueño de Zara.
Han pasado setenta años (21 de diciembre de 1930) desde que el Alavés fuera líder de la Liga española por primera vez en su historia. Sucedió en la tercera jornada de la temporada 1930-31. La diferencia entre aquella ocasión y la actual es que ahora el Alavés llegó con la tienda de campaña. No ganará la Liga, pero dará guerra. Y, hoy por hoy, a nadie se le pasa por la cabeza que vuelva a coger el ascensor hacia Segunda; en todo caso, para la Champions.
En Deportes
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Libro