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La Cadena Cope acaba de cargar El Tirachinas con la personalidad más influyente de la historia del fútbol: Johan Cruyff. El fichaje del futbolista-entrenador holandés supone incorporar a nuestro proyecto deportivo no sólo la voz de la experiencia, sino también la de la innovación y originalidad a la hora de realizar un planteamiento táctico. A Cruyff lo que más le satisfizo fue saber que nuestro programa iba a la contra. Era lo más lógico, puesto que él, en sus diferentes etapas como entrenador, también jugó a la contra demostrando que no todo estaba inventado.

Oir a Cruyff hablando de fútbol siempre me provocó la misma reacción: "¿Y por qué esto mismo no se me ocurriría a mí? Y tras la pregunta, la envidia (supongo que claramente insana, como todas las envidias) porque el "flaco" convierte lo aparentemente enrevesado en demasiado sencillo, simple. Como Sherlock Holmes descubría siempre al asesino. Me propongo convertirme en oyente de Cruyff para, posteriormente, trasladarles a ustedes aquellos aspectos que me parezcan más relevantes de sus intervenciones en la Cadena Cope; así, los lectores de Libertad Digital podrán beneficiarse también de su sapiencia.

Al analizar la crisis de identidad madridista, Cruyff comentó algo que me pareció curioso. De acuerdo que el Madrid estará sometido a un desgaste mayor que muchos de sus rivales, puesto que se encuentra inmerso en la Liga y la Champions, pero para eso está la calidad. Hay dos aspectos que diferencian a un gran futbolista de un jugador del montón: la rapidez a la hora de controlar el balón y la velocidad y precisión con que luego ese mismo futbolista sea capaz de devolverlo. "Cuando existe mayor cansancio debe ser la pelota la que corra y no el jugador". ¿Es una boutade? En absoluto. Lo que dice Cruyff es que, ante un mayor cansancio, el Madrid debería refugiarse en su mayor calidad y, sin embargo, no ha sido así: "En las segundas partes el Real ha tenido menos posesión que sus rivales, incluso en el estadio Santiago Bernabéu". Moraleja: todos dimos por hecho que cada uno de los jugadores merengues tenían mayor calidad técnica que el resto, y no era así.

Por último, y sobre el silbidito contra el Valladolid, Cruyff volvió a estar certero: "Con el 2-1 había jugadores que perdían el tiempo; la actitud correcta habría sido la de ir a por el 3-1 definitivo". Actitud. Es probable que todo esté relacionado y acabe encajando en un inmenso puzzle: cansancio-calidad-actitud; porque si uno no tiene la suficiente calidad para vestir esa camiseta (Iván Campo, Geremi, Celades...) es probable que prefiera amarrar los tres puntos a base de subterfugios.

Continuará...

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