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En el New York MetroStars juega uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos... por poco tiempo. En una entrevista concedida al diario alemán "Euro", Lothar Matthäus (pronunciado "Mateus" se pongan como se pongan) anuncia su retirada definitiva. La Liga de EE.UU. se ha convertido en un chicle que estiran los más grandes: allí dieron sus últimas lecciones magistrales Cruyff, Pelé o Zico, y ahora Lothar, que como les decía, anuncia su adiós al fútbol.

¿Por qué me descubro ante Matthäus? Por muchos motivos; primero, por su valor intrínseco como jugador de fútbol: serio, con una calidad innegable, lo que Héctor Cúper llamaría un líder total (dentro y fuera del campo), siempre bien situado. También porque se ha convertido en un récord con pantalón corto; en 1979, con 18 añitos, llegaba al histórico Borussia Moenchengladbach. Aquel pipiolo aterrizaba con la misión de relevar con garantías a los Bonhof, Stielike, Netzer, Overath y compañía. ¡Vaya que si
lo hizo!. Matthäus ha sido, tras el portero mexicano Carvajal, el jugador que más veces ha disputado la fase final de un campeonato del mundo (desde 1982 hasta 1998), y fue durante veinte años internacional con la selección de Alemania, perdiéndose sólo la Eurocopa de 1996 (tiene el récord de partidos con su país).

Como los vehículos que se fabrican por aquellos lares, Matthäus ha sido durante todo ese tiempo seguro y fiable. Y no ha sido victimista: en la temporada 1986-87, el Bayern de Munich (su equipo en aquel momento) se enfrentó con el Real Madrid en una semifinal dramática de la Copa de Europa; Juan Gómez, mi admirado Juanito, le dio un pisotón a Lothar en el transcurso
del encuentro. Juan, como decían quienes le conocían, tenía un corazón que no le cabía en el cuerpo, pero una cabeza con pájaros dándole vueltas.

Matthäus perdonó aquella locura de Juanito, y no quiso tirar de "clinex". En la última Eurocopa, con Alemania haciendo el ridículo, los compañeros le pidieron que le moviera la silla al seleccionador. Volvió a comportarse como un caballero. Al final los años le obligaron a pasar de centrocampista a líbero, y volvió a ser el mejor. Por eso me descubro. Por eso, danke Lothar.
Se marcha el mejor.

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