El viernes pasé por delante de la “perfumería Butragueño”, sita en la madrileña calle Goya; allí, entre la esencia de Loewe y el agua de rosas de Adolfo Domínguez (el de “la arruga es bella”), seguía instalada la fotografía de Emilio Butragueño con la camiseta de la selección nacional de fútbol; era probablemente el día de su debut internacional con España. Y sinceramente no sé si puedo estar de acuerdo con el modisto gallego cuando asevera que la arruga es bella. Al cruzar por delante de la perfumería de la familia del “buitre”, recordé cuándo, cómo y de qué manera surgió el mito de aquel chaval que pasó de la cantera al primer equipo del Real Madrid para, más tarde, convertirse en uno de los fijos de nuestra selección. Butragueño era el yerno que todos querían y, tras la goleada de Querétaro, la gente salió en estampida vociferando y exigiendo que le llevaran en volandas al Palacio de la Moncloa. Hoy Emilio es la mano derecha del director deportivo del club merengue, que no es otro que Jorge Valdano. Se han retirado todos: Michel, Hugo Sánchez, Stoichkov, Futre, Polster, Toni... Y ayer me llegó el mazazo psicológico de Juan Manuel López, “súper-López” también se va.
López tuvo su minuto de gloria en Barcelona-92 con la consecución de la medalla de oro olímpica y, un poco más tarde, la justa recompensa a su reconocido corazón rojiblanco con el “doblete” obtenido en la temporada 1995-96. Fue internacional en 12 ocasiones y uno de los jugadores más relevantes en la Eurocopa de 1996: Javier Clemente confió en él y no le defraudó. Me da la sensación de que a López empezó a retirarle un poco aquel gol imposible que Raúl le marcó al Atlético de Madrid en el estadio Vicente Calderón. Eso y su inmerecida fama de defensa violento, “killer” olfateando el tobillo del delantero rival. Fue una lesión en su rodilla lo que acabó por convencerle que debía abandonar. Ahora se dedicará a representar profesionalmente a otros jugadores.
Si se van Toni y López (y están a punto de hacerlo Guardiola y Kiko) que son todos más jóvenes que yo... ¿a qué clavo ardiendo me agarro? Butragueño, Valdano y Futre son directivos; Hugo Sánchez entrena y Michel nos hace a todos la competencia desde Televisión Española. Ellos se han reciclado... ¿y yo? ¿me dejarán algún día hablar de Gescartera o del Festival de Cine de San Sebastián? Atravieso, apoyado como puedo en las muletas del último libro de John Irving y el último disco de Elton John, por la misma depresión “post vacacional” de todos los años. Estoy seguro de poder llegar a octubre pero, por favor, que no se retire nadie más sin avisar.
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