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Juan Manuel Rodríguez

Dudas razonables sobre el Valencia de Rainieri

Benítez estuvo muy hábil a la hora de elegir el cómo y el cuándo marcharse del club, convertido en un auténtico héroe de quien los aficionados no tardarán en acordarse si Ranieri no convence a las primeras de cambio

¿Primera victoria moral de Rafa Benítez sobre Claudio Ranieri?... Yo creo que sí. El primero lo ganó todo con el Valencia, hasta el punto que acabó convirtiéndose en el entrenador probablemente más exitoso de la historia ché; al segundo, viendo que el madrileño se marchaba inevitablemente al Liverpool, le trajeron a golpe de talonario a Caneira, Fiore o Corradi para que "italianizara" a su gusto a un equipo que había sido campeón de Liga y UEFA, consiguiendo un doblete que resultaba inimaginable al principio. La contratación de Ranieri –un entrenador que "vende" muy bien el producto y que dejó buenos amigos en Valencia– respondió por tanto, más que a otra cosa, a la necesidad perentoria de anestesiar como fuera a ojos de los aficionados la marcha de Benítez. Es cierto que la temporada ha empezado muy fuerte para el vigente campeón de la Liga española, pero el "Superbatacazo" de la Supercopa de España plantea algunas dudas razonables sobre la idoneidad de este nuevo proyecto.
 
En vísperas de la gira del Valencia por Japón tuve ocasión de charlar en "El Tirachinas" de la Cadena COPE con Santi Cañizares, el mejor termómetro de lo que puede estar ocurriendo ahora mismo en el vestuario del equipo. La teoría indicaba que "Cañete" debía ser un hombre inmensamente feliz puesto que acababa de ampliar su contrato con el club, y sin embargo aprecié en él una crítica velada (la misma o muy parecida a la que realizó en reiteradas ocasiones Benítez) sobre la actitud del Consejo de Administración. Ese será otro toro que deba lidiar con astucia y mano izquierda el italiano porque no parece que las "vacas sagradas" estén demasiado emocionadas con el hecho de que a Mista, por poner sólo un ejemplo, se le niegue reiteradamente el pan y la sal, mientras que a otros futbolistas se les reciba con la alfombra roja sin que todavía hayan tenido ocasión de demostrar nada.
 
Con todo lo victimista y teatrero que era en ocasiones Rafa Benitez, yo creo que Jaime Ortí (o quien fuera) perdió un extraordinario defensor de los intereses del Valencia cuando le dejó marchar. El actual entrenador del Liverpool puso negro sobre blanco los problemas que él apreciaba que tenía ese equipo, pero la directiva pasó ampliamente de cubrir sus necesidades. Ya dije en su día que, al margen de cualquier otra circunstancia, Benítez estuvo muy hábil a la hora de elegir el cómo y el cuándo marcharse del club, convertido en un auténtico héroe de quien los aficionados no tardarán en acordarse si Ranieri no convence a las primeras de cambio. Las palabras del técnico italiano ("después de una temporada tan mala, este año el Real Madrid necesariamente tendrá que ganar algo") no auguran nada bueno. Ranieri se pone la venda antes de tener una herida.

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