Circula el insistente rumor de que Jaume Roura, presidente de la Federación Catalana de Fútbol, no es en realidad Roura sino Tsao Li Ching, dueño de la cadena de restaurantes "Bambú Oriental". De otra forma parece complicado entender por qué la FCF propone en este momento un partido contra Brasil, cuando la Federación aprobó el verano pasado (como todos los años desde hace treinta) el calendario para la temporada 2001-2002. Allí aparecía ya el partido amistoso entre las selecciones de España y Holanda. Justo el 27 de marzo. Si Roura fuera Li Ching, para él hoy no sería 11 de enero sino 12 de febrero; ellos estarían en 4699, el "año del caballo". O, en su defecto, el año 19 del ciclo 78. Para el presidente de la Catalana el 27 de marzo no sería, por tanto, 27 de marzo. Lógico ¿no?
Trato de racionalizar en la medida de lo posible lo acontecido con ese kafkiano (aunque dicen que Franz Kafka no era nada kafkiano) Cataluña-Brasil. De no ser así, deberíamos deducir que alguien está empleando el fútbol como arma política arrojadiza "contra el Estado opresor". ¿Para qué? Fácil: para satisfacer a Artur Mas, "delfín" de Jordi Pujol y candidato oficial a la presidencia de la Generalitat. Ya se sabe que hay que ir reservando butaca en el nuevo "Politburó", por si se diera el caso de que no ganara Pasquall Maragall.
Otro que quiere ganarse la medalla a fuerza de bocados nacionalistas es Pere Macias, secretario general adjunto de Convergencia i Unió, que tras la negativa de Angel María Villar -lógica, normal, natural- para que se juegue ese partido el 26 de marzo, ha pedido públicamente que se desobedezca la decisión porque la FEF "está obsesionada con perseguir todo lo que suene a catalán". ¡Toma ya! Como además "Sport", por ejemplo, titulaba ayer mismo "Catalunya contra Brasil. El seleccionador Scolari confirmó el gran duelo. 26 de marzo, Camp Nou", dando por hecha la noticia y el partido, parece lógico que un ciudadano medio de Palafrugell o de Vilanova i La Geltrú se crea a pies juntillas que existe una persecución del "Estado opresor".
Sólo espero que Roura se quite la careta y descubra su auténtica identidad. "Señolas y señoles, ha sido todo una confusión; yo no soy Loula sino el chino conocido como Li Ching, dueño del 'Bambú Oliental'... Como plueba de esto que les digo, a continuación se distlibuilá entle ustedes una muestla de nuestlo mundialmente famoso 'celdo aglidulce'... ¿A que he les he engañado durante este tiempo?"...
¿No será este el año de la mula?
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