Asegura Jorge Valdano que con el fichaje del prometedor defensa argentino Gabriel Milito "se cierra el discurso del central", pero es este un discurso que lleva mucho tiempo en boga y que ha dado que hablar en los corrillos futbolísticos. No creo -ojalá me equivoque por el bien del Real Madrid- que la contratación del "mariscal", que así es como conocen en su país a este futbolista, seque el debate ni acabe con el discurso que tan rápidamente entierra ahora el director general del club. Milito, a quien confieso que no he tenido demasiadas ocasiones de ver en acción, viene avalado por un hecho rotundo: la internacionalidad en todas las categorías de la selección argentina, un país de extraordinarios defensas centrales.
Lo primero que conviene decir es que el Real Madrid es un equipo históricamente desprotegido en su zaga. ¿Por qué? Porque los aficionados exigen que sus futbolistas jueguen siempre hacia arriba. Un pase hacia atrás o cualquier acción titubeante que no suponga encarar con decisión la portería contraria puede cavar la tumba del mejor central del mundo. Si eso ha sido históricamente así, el hecho se acentúa mucho más en este Real Madrid de "Zidanes y Pavones" que sólo tiene Zidanes de medio campo hacia arriba. La idea es que se defiendan los demás y si eso va a ser así ¿para qué sería necesario contratar defensas centrales?
Yo he visto a Antonio Maceda, un super clase, en el estadio Santiago Bernabéu quitándose balones de encima, dando patadones al tercer anfiteatro porque notaba la presión de ser central en el Real Madrid. Miguel Tendillo, otro defensa que sabía salir desde atrás jugando el balón, tampoco acabó de triunfar en el Madrid por idéntica razón. Lo de Ruggeri, que venía también con fenomenales referencias desde el Logroñés vía Argentina, es harina de otro costal porque John Toshack le desgració recluyéndole en la banda. Y lo de Spasic ni lo cuento. Sanchis y Hierro al margen, quizás fuera el brasileño Rocha el único que caló entre los madridistas debido a su enorme contundencia.
Y ahora Milito. Siempre se ha dicho que en Argentina hacen los equipos de atrás hacia adelante y que por eso aquel fútbol da tan magníficos defensas (y centrocampistas y delanteros, ¡qué caray!). Yo creo que el central perfecto para el Real Madrid era Ayala, pero el valencianista -que soñó en público con el Barcelona- se ha quedado compuesto y sin novia puesto que Beguiristain prefirió la juventud del mejicano Márquez. Como el Madrid al escoger a Milito. Hay que desearle al chaval toda la suerte del mundo y es necesario recomendarle que si no sabe algo pregunte por Gregorio Benito. Aquel sí que acabó por unos cuantos años con el discurso del central.
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