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Juan Manuel Rodríguez

El futbolista mejor pagado de todita Andalucía

Ya verán como esto del sueldo de los futbolistas acabará al final convirtiéndose en un duelo autonómico. Hoy Lopera, tras la renovación de su Joaquín, sale orgulloso a la puerta del chalet que posee en la calle Jabugo (no podía llamarse calle York o calle Choped, no, la suya tenía que llamarse calle Jabugo) y grita a los cuatro vientos que su jugador se ha convertido en el que más cobra de toda Andalucía, dándole así un sopapo en el ego a José María del Nido que no puede presumir de millonarios galácticos en su propio vestuario. 1-0 don "Manué". Y el futbolista mejor pagado de Andalucía –el ya referido Joaquín– dice una cosa que a mí me deja perplejo: "yo sé lo que valgo"... ¿Y cuanto es eso? Desde luego menos de los diez mil millones de pesetas que se negó a pagar Florentino Pérez por llevárselo al Santiago Bernabéu. Forzado por el desinterés merengue y tras el ligero apagón de su estrella, Joaquín acepta el hecho de no convertirse en el sucesor de Figo para, a cambio de eso, transformarse en el futbolista mejor pagado de toda Andalucía. ¡Olé!

Otro que sí tiene claro lo que vale porque ya se lo ha ofrecido el Manchester United es Míchel Salgado. Y es justo el doble de lo que cobra en el Real Madrid, de forma que todo hace indicar que no seguirá la próxima temporada en la Liga española. La gente se ha vuelto loca también en Inglaterra, pero el chaval quiere asegurarse un último contrato de campanillas. Míchel es un bravo correcaminos de la banda derecha en la línea iniciada por los Isidoro San José, Miguel Porlán "Chendo" o Quique Sánchez Flores. Sería inimaginable que ninguno de esos tres –titulares indiscutibles del Real Madrid en sus diferentes etapas– hubiera sido pretendido por un equipo de la Premier y al precio de quinientos kilos anuales. ¡Dios salve a la Reina, Míchel Salgado!

El único que dio en el clavo fue el Español de Barcelona al convertir al veterano Francisco en el futbolista más caro de la historia del fútbol mundial. No hubo entonces otro como él porque los "periquitos" –por millones que no sea– creo recordar que le colocaron una cláusula de cincuenta mil millones de pesetas. "¿Y si viene alguien y nos la paga?", comentó el cachondo de turno ante las risas del personal incluido el propio jugador. Desgraciadamente para el club catalán no llegó nadie a las oficinas de Sarriá con la intención de llevárselo por las bravas, pero Francisco –un buen futbolista, muy técnico y con gran visión del juego– tuvo el extraño privilegio de ser por aquel entonces el futbolista más caro del mundo.


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