La licenciatura en Arte Dramático por la Universidad de Carolina del Sur le ha servido a David Meca para un par de cosas; una, enfundarse la piel de un oso interplanetario surgido de la imaginación de George Lucas, que le ofrecieran un papelito en los "Vigilantes de la playa" y presentar el "Megatrix" o el "Club Disney" (en cualquier caso, un programa para la chavalería); y dos, llamar la atención sobre una especialidad deportiva que no concita el más mínimo interés por parte de los medios de comunicación: la natación de fondo. Meca le ha ganado la batalla del dopaje a la Federación Internacional y ha conseguido que todos nos preguntemos: ¿y ahora qué se le ocurrirá?. De una cosa no me cabe la menor duda: David aprovechó su tiempo de estudiante en Estados Unidos y, acuciado por la necesidad de llamar la atención, ha aportado un "toque dramático" para forzarnos a desviar la mirada del fútbol.
Meca quiso capturar el espíritu del mago Harry Houdini al atravesar a nado el trayecto que va desde la extinta cárcel de Alcatraz hasta San Francisco. Para redondearlo, nadó con unos grilletes en los tobillos, observando de rondón cómo los tiburones le acompañaban en su penúltima aventura marina. Después (o antes), la travesía del Estrecho de Gibraltar, Gomera-Tenerife (22 kilómetros) o Tabarca-Torrevieja. Para él, un sencillo aperitivo; para el resto de mortales, una paliza de cuidado que acabaría con cualquiera.
Creo que Meca posee ese "impulso vital", el carácter necesario para hacer cumbre en el K-2, dar la vuelta al mundo en globo o El Houdini de la natación –como sucede en su caso– nadar por medio planeta. Y siempre lo hace con una "sonrisa profidén" en la boca, lo que denota cierto "americanismo" a la hora de moverse por el negocio del deporte. Es un vendedor nato de sí mismo, de la natación y de una situación que no le ha amargado y por la que sigue dando brazadas a diestro y siniestro. En realidad, David es el Houdini de la natación, siempre inventando, siempre sorprendiéndonos, logrando que continuemos preguntando: ¿y ahora qué?. De una cosa estoy seguro: como en "La Guerra de las Galaxias", aquí también habrá secuelas, y hasta precuelas si me apuran. En cualquiera de los casos será por una buena causa.
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