Aquí sigo. Lo que empezó siendo una simple broma empieza a preocuparme de veras, pero si debo escribir sobre temas de actualidad, ahora mismo sólo veo uno: el laberinto del Real Madrid-Barcelona. Y yo que pensaba contratar a John Barry para que nos interpretara de fondo su almibarada Nacida Libre (lo mismo acaban fichando a John Williams para que toque Tiburón). Quienes hoy me impiden salir del laberinto son, cronológicamente hablando, Raúl –una mano suya, para ser exactos–, Joan Gaspart y Manolo Velázquez, el finísimo centrocampista merengue de los años 60 y 70 (obviaremos a la prensa deportiva catalana que sigue dando la "matraca"). Y me explico.
El Leeds –equipo que eliminó al Barcelona de la Champions –llega a Madrid en plena vorágine de declaraciones. El partido es un "churro, media manga, manga entera", que es a lo que jugábamos nosotros de pequeños en el colegio. Quiero decir que lo único que estaba en juego era dilucidar las dos primeras plazas del grupo. Marcan el 0-1 los ingleses, y Raúl empata a continuación ¡con la mano! Es como si el delantero estuviera tentando a Sport y Mundo Deportivo: ¿No queréis portadas?
Luego llega Joan Gaspart y arremete contra el Partido Popular, porque asegura que en el Gobierno hay mucho merengue ("Si España va bien, el Real Madrid tiene que ir bien"). Y lo peor es su argumentación: "En el Nou Camp veo muchas banderas azulgranas y alguna de Cataluña; en el Bernabéu sólo veo banderas de España". ¿Qué quiere ver, banderas de Guinea? Y Gaspart remata: "El Madrid es un equipo más del Estado". ¿Seguro? El viernes pasado uno de los vicepresidentes del Barcelona –el señor Ángel Fernández– dijo en Telemadrid lo siguiente: "El Barcelona representa a un país" ¿No serán los 40 millones de ciudadanos españoles los que deban decir quién y en qué condiciones les representa?
Y la penúltima, antes de salirme un momento del laberinto a tomarme un café... ¿Saben a quién quiere incorporar Florentino Pérez a la Comisión del Centenario? Justamente a Manolo Velázquez quien, hace más de treinta años, apuntaló la "leyenda negra" del Madrid con aquel "piscinazo" que condujo a la "nevera" a Emilio Guruceta Muro. ¿Lo habrá hecho adrede Florentino Pérez?
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