Hace algunos meses comenté que a Boca Juniors le había tocado la lotería con Juan Román Riquelme; era sólo cuestión de esperar para ingresar el dinero, y así ha sucedido finalmente. El futbolista le costó 150 millones de pesetas al club argentino, y ahora el Barcelona acaba de cerrar un acuerdo de traspaso por 4.860. A Boca le llueven 4.710 milloncejos del cielo culé, ese mismo que ahora aparece encapotado y con amenaza de tormenta. Joan Gaspart ha obrado con inteligencia al dirigirse al club xeneize; de todos es sabido que el fenomenal futbolista quería marcharse de Argentina hace mucho tiempo, incluso llegó a plantearle un pulso a su presidente. Ahora le tienden un puente de plata que el chaval no podrá rechazar.
El Barcelona tiene un mes para convencer a Riquelme. Juan Román cobrará quince veces más que en su club de origen y se especula con un contrato para las próximas cinco temporadas. Este fichaje se convertiría en el más caro efectuado entre el fútbol argentino y Europa, superando los 4.000 millones que le costó Walter Samuel a la Roma italiana. El "delfín" de Maradona se incorporaría definitivamente al Fútbol Club Barcelona en agosto, tras la disputa del Mundial de Clubes en el que participaría como cedido.
Gabriel Masfurroll, la "sonrisa del régimen gaspariano", ha declarado que será el tiempo quien juzgue si el fichaje resultó caro o barato. Tiene razón. Por ejemplo, De la Peña, Petit o Alfonso resultaron carísimos, mientras que los más de diez mil millones invertidos por el Real Madrid en Luis Figo parecen bastante ajustados a la relación entre el precio y la calidad del portugués.
A partir de ahora, se abre un debate muy interesante. Tal y como está el "mercado" parece inevitable que los grandes clubes deban fijarse forzosamente en jugadores jóvenes. Juan Román, en concreto, tiene 22 años. Es un fenomenal futbolista (aunque servidor sea "saviolista" confeso) pero, ¿llegará hecho al Barcelona? Estar a la altura de las circunstancias en el Boca Juniors es una cosa, y otra bien distinta venir a quitarle el puesto a Rivaldo. Por cierto, ¿seguirá el brasileño?, ¿son compatibles ambos jugadores? Esas serán respuestas que deberá contestar en su día Héctor Cúper, cuando el entrenador firme de una vez por todas el borrador de su contrato que ya le han presentado.
Por último me parecen significativas las manifestaciones de Frank de Boer al conocer la llegada de Riquelme, "en ese puesto ya tenemos al mejor del mundo" (en clara referencia a Rivaldo). El argentino no lo tendrá fácil y no me gustaría verle convertido en otro "juguete roto". Espero que no sea sólo una boya que le indique a Gaspart por qué ojo de buey debe saltar del Titanic. Porque los directivos suelen olvidarse del famoso "las mujeres y los niños primero".
En Deportes
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Libro