Como en la NBA. El "G-14" (que desde ahora será "G-18" tras la inclusión en el mismo de Valencia, Bayer Leverkusen, Arsenal y Lyón) llegó a la conclusión de que, como en la Liga americana de baloncesto, habría que habilitar una medida de contención del gasto, un tope salarial para los jugadores y también para los directivos y técnicos. Florentino Pérez –que ejerce la presidencia de turno de este poderoso grupo de influencia- habló de "pacto de caballeros", lo que "me-llamó-poderosamente-la-atención".
Enfrente de F.P. (y si no a su diestra) debía encontrarse Joan Gaspart, presidente del Barcelona, quien tuvo que ver cómo el dueño de ACS le quitaba a Figo en sus mismísimas narices; Florentino podría aducir que ni él ni Gaspart eran aún presidentes, pero da lo mismo. ¿Pacto de caballeros? Más que "declaración de intenciones" o "principio de autorregulación", lo acordado -y no rubricado- por los "geos" es un auto de fe, un brindis al sol. Y resulta contradictorio que sea el mismo hombre que partió en mil pedazos el mercado futbolístico (Figo, Zidane, Ronaldo) quien ahora se erija en defensor del recorte salarial. Y sin embargo es el único camino. En la actualidad, los clubes españoles dedican más del 80% de sus presupuestos a la masa salarial de los jugadores. No hace falta ser Cristobal Montoro para saber que ese es un viaje a ninguna parte. Lo conocen los clubes, y ahora quieren ponerle freno a una situación que resultará suicida a corto plazo; mucho más cuando las televisiones corten el grifo.
Por otro lado, los "geos" siguen sin aclarar su extraña relación de "odio-odio" con la FIFA y las diferentes federaciones nacionales. ¿Cómo que cada club deberá elaborar un estudio relacionado con su situación particular?... Los clubes siguen sin querer agarrar al toro por los cuernos, y así no irán a ningún sitio. Es ese otro viaje a ninguna parte puesto que ellos saben -y lo sabe Blatter- que al final habrá que consensuar un calendario único o cortar por lo sano. Da la impresión de que el "G-14" no fuera consciente de su propio poder. El simbólico está claro y cada vez que se reúne concita la atención de todos los medios de comunicación. El poder real, el que arrastran sus presupuestos y sus aficiones, sigue diluyéndose en un "lenguaje versallesco", y no sé yo si el "pase usted primero" funcionará realmente en estos casos. Lo mejor de todo vino al final cuando F.P. afirmó: "esto no afectará a Zidane, Figo, Raúl o Ronaldo". O sea que al final son las estrellas las que siguen pasando primero.
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