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Juan Manuel Rodríguez

Hacía 88 años

Creo de verdad que España puede volver a ser campeona de Europa cuarenta y cuatro años después. Hacía 88 años que no ganábamos a Italia en una competición oficial. Hacía. Eso también se acabó.

Hacía 88 años que España no derrotaba a Italia en un partido de competición. Hacía. Dos o tres días antes del choque (nunca mejor dicho) que nos acaba de clasificar para semifinales de la Eurocopa, Gattuso o puede que Camoranesi, el Gattuso bis, dijeron que este partido ya lo habían visto antes. Y efectivamente, el partido que todos teníamos en la imaginación se reprodujo, paso a paso, milimétricamente, durante los primeros 45 minutos: España tenía el balón, jugaba mejor al fútbol, quería la posesión mientras Italia, agazapada entorno a Buffon, se replegaba impidiendo que llegáramos. Pero el caso es que llegábamos una y otra vez, y otra más. Llegábamos más que Italia, teníamos más ocasiones de gol, pero el gol no subía al marcador. ¿Otra vez? Parece que, tras el descanso, Donadoni habló con sus jugadores y pidió mayor actividad arriba; Italia la tuvo más, pero España nunca lo pasó mal. Luca Toni, su referencia en la punta de ataque, era un peligro más por su envergadura que por el juego en sí.

Pasaban los minutos y Silva, el mejor de largo, y Senna, y Torres, y Marchena... todos, desde el primero hasta el último, formaban un equipo que estaba dispuesto a morir (en este caso a perder si ello fuera necesario) matando con su juego, que seguía consistiendo exactamente en lo mismo: tocar, triangular, entrar por banda, disparar a puerta. Los campeones del mundo, que llevan jugando a eso desde el inicio de los tiempos, esperaban su ocasión, y las tuvieron; las más serias, una de Camoranesi y un cabezazo que despejó Casillas con la punta de los dedos, las resolvió extraordinariamente bien el portero del Real Madrid. España jugaba más y mejor, seguía teniendo ocasiones pero el gol no llegaba e Italia, reservona, rocosa, empezaba a querer jugar ese "otro fútbol" al que se refería siempre Camacho. España no, España quería el balón e insistía en llegar a la portería de Buffon jugando al fútbol... contra los actuales campeones del mundo.

Prórroga y penaltis. No hay nada más italiano en el mundo que un partido que concluya con empate a cero, en el que el rival, como es el caso, haya sido netamente superior, que vaya a la prórroga, primero, y a los penaltis, después. De hecho, la palabra "penalti" le suena a música celestial a cualquier jugador, entrenador, directivo o aficionado italiano. Y si, para más inri, bajo los tres palos tienes a quien dicen es el mejor portero del mundo, tanto mejor. Pero el partido de esta noche, que mereció ganar España en el tiempo reglamentario y luego también en la prórroga, se lo llevó, por una vez y esperando que sirva de precedentes en muchas otras ocasiones, quien más se lo mereció. Se acabó clasificarse sin hacer nada. España fue muy superior a Italia salvo en un tramo reducido de la segunda mitad, y Luis planteó el partido infinitamente mejor que Donadoni. Con Portugal y Holanda, las dos selecciones que mejor han jugado durante el campeonato, eliminadas, creo de verdad que España puede volver a ser campeona de Europa cuarenta y cuatro años después. Hacía 88 años que no ganábamos a Italia en una competición oficial. Hacía. Eso también se acabó.

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