Nunca me arrepentiré lo suficiente de aquello. Ya no recuerdo bien si estaba trabajando en Radio 16 o Radio España (era muy joven en cualquiera de los casos). Lo que sí sé es que no era 28 de diciembre. Todas las noches poníamos en escena una sección titulada Diálogos Imposibles que, como su propio nombre se encargaba de evidenciar, no tenía absolutamente nada que ver con la realidad. Aquel espacio tenía, como decimos en el argot, su "careta de entrada", un indicativo en el que se dejaba claro que aquello era una broma. La noche de autos llamamos a Jesús Gil, que por aquel entonces era dueño del equipo de baloncesto de Collado Villalba, y entre todos recreamos el fichaje de Magic Johnson por el Atlético de Madrid. ¡Ni más ni menos que Magic Johnson! Al acabar el programa nos llamaron Santi del Moral (diario Sport) y José Damián González (por aquel entonces en Diario 16)... "¿Es una broma, verdad?". Lo era, pero no debió quedar claro.
Al día siguiente llegué a El Independiente y el redactor jefe me enseñó la sección de deportes del diario Ya. Titulaban a cuatro columnas: Gil quiere fichar a Magic Johnson. Lo que me llamó más la atención de todo aquello es que ¡no nos citaban! Para cubrirse las espaldas habría sido suficiente con incluir un insignificante "según Radio...". Esa misma noche, José María García nos apedreó en la plaza pública, pero les confieso que yo he visto cosas mucho peores. Aquella historia simplemente se nos fue a todos de las manos y nunca me arrepentiré lo suficiente.
De lo que sí me siento orgulloso es de Los Mimosines. Durante el Mundial de Italia de 1990, asaeteamos con fiereza a la selección que entrenaba por aquel entonces Luis Suárez. Aquella fue una "tira cómica" cuyo eco llegó a perturbar el ánimo de los futbolistas. Recuerdo que Michel nos tenía vetados y que, gracias a la intermediación de Manuel Esteban, al final nos concedió una entrevista en profundidad. Justo a la conclusión de aquel "lavatorio de pies" (porque eso es lo que fue, seamos sinceros), y tras fumar la pipa de la paz con el extraordinario jugador madridista, en Los Mimosines fotografiamos a Michel y Butragueño, tomando el sol en la piscina del hotel y poniéndose bronceador el uno al otro. Yo estaba en Madrid, y mis compañeros en Italia. Aún así pude oír rugir por línea interna a Manolete: "¡Esto no se puede consentir, hay que pararles los pies a estos chavales!". El otro "chaval" era Rafael J. Álvarez, compañero y amigo de El Mundo del Siglo XXI. Me encantan todas las historias de la radio.
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