Menú

Florentino Pérez ha iniciado una esperpéntica caza de brujas con el objetivo último de identificar a la persona que filtró a "El Tirachinas" el incidente entre Del Bosque y Morientes. Con la inestimable ayuda de algunos tuercebotas del Grupo Prisa, F.P. concluyó equivocadamente que el informante era César, portero suplente del Real Madrid. El diario "As", cuyos ideólogos son reconocidos apóstoles de Iker Casillas, mataba así dos pájaros de un tiro: le endosaban el "muerto" al pobre César y, al mismo tiempo, se congraciaban aún más si cabe -en ocasiones resulta francamente complicado detectar la frontera entre el Real Madrid y Prisa- con los dirigentes madridistas, cerrando de paso el "grifo" informativo para la Cadena Cope. Y todo en aras de la libertad de expresión y opinión.

El caso es que los de Prisa, que tienen hilo directo con el despacho oval de Florentino, se vieron sorprendidos por la noticia que, como no puede ser menos, ha sido portada en todos los medios de comunicación. Ellos en cambio realizaron auténticas piruetas lingüísticas para eludir citar a la Cadena Cope como origen de la información. No contentos con ello, y en vez de contrastar la información -cuestión esta que hizo por ellos el propio Vicente del Bosque-, colaboraron en la caza y captura del "chivato", transformando un incidente comprensible -que no justificable- en una bomba de relojería.

Mientras un nerviosísimo Jorge Valdano negaba la mayor el pasado viernes en "El Tirachinas" -"no vamos a sancionar al jugador por un incidente menor, queremos pasar página"- contradiciendo la filosofía del propio F.P., éste ponía en funcionamiento a la "TIA merengue", la misma que le llevó a afirmar que quien esto escribe había jaleado a José Antonio Abellán para que le sacudiera dialécticamente la noche que el presidente del Real Madrid visitó por última vez los estudios centrales de la Cadena Cope. ¿La fuente en la que bebió F.P.?... Un guardaespaldas que al parecer oyó a alguien decir "Rodríguez". ¡Toma ya!

La mala gestión de Jorge Valdano y la improvisación de Florentino Pérez en todo este asunto -sin contar con la inestimable colaboración de los "palmeritos priseños"- han conseguido lo imposible, convirtiendo este "incidente menor" en una cuestión de Estado y estrechando injustamente el cerco del vestuario entorno al bueno de César, testigo mudo e impasible de lo que ha sucedido a su alrededor. F.P. lo tenía mucho más fácil si quería saber el nombre de quien filtró la información... ¡Con preguntarle al guardaespaldas!

En Deportes

    0
    comentarios