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Juan Manuel Rodríguez

Laporta chutará contra Casillas

Lluís Bassat ha sido la última víctima de la nefasta gestión de Joan Gaspart. Si el ex presidente no lo hubiera hecho tan rematadamente mal, el publicista probablemente habría ganado. Como Gaspart dejó al club en una situación de guerra civil, el socio ha querido ahora cambiar radicalmente de tercio. Bassat tenía buenas ideas e incluso contaba con el apoyo político y financiero catalán pero, ya fuera por la edad o quizás porque incorporó a su junta a ilustres "nuñistas", su "perfil presidencial" recordaba demasiado al de aquellos que habían dejado tiritando al club. Por eso los socios apoyaron abrumadoramente a quien nunca tuvo absolutamente nada que ver con aquel desmán.

Puede que el ridículo tragicómico de la gestión de Gaspart le haya servido como estímulo a la masa social azulgrana. El ex presidente dio en el clavo sin saberlo cuando, al depositar su voto en la urna, dijo "estamos aquí por mi culpa". Exactamente. Está claro que ha sido él, a través de su nefasta administración del patrimonio culé, quien ha empujado sin remedio a los socios hacia el cambio radical que representaba Joan Laporta, el "cerebro gris" del grupo opositor Elefant Blau. Es posible también que muchos votantes vieran en este Barcelona de 2003 aquel otro Real Madrid de 2000 cuando, con la Champions League todavía caliente, el socio merengue depositó su confianza en un desconocido Florentino Pérez.

¿Y Laporta, qué?... Joan Laporta representa al menos un aliento de vida en un club que lleva mortecino demasiado tiempo. Laporta tiene "hambre", como la tenía nada más llegar F.P. al Real Madrid. Lo que ocurre es que el nuevo presidente del Barcelona no va a contar con la inyección económica que sí arrancó Florentino a las administraciones públicas. El único error de Laporta fue anunciar a los cuatro vientos el acuerdo que había alcanzado con el Manchester United por el traspaso de David Beckham. No contó con la opinión del futbolista, que lo que quiere es jugar en el Madrid, y hoy ya dice que él "nunca aseguró el fichaje de Beckham".

La contratación del centrocampista inglés sería el 1-0 para Florentino en el partido que ahora inicia contra el nuevo presidente culé. Pero por lo menos tengo la sensación de que esta vez sí puede haber partido. Joan Gaspart se metía los goles en propia puerta y, con Laporta al frente del Barcelona, los aficionados azulgrana pueden tener seguro que al menos éste chutará contra Casillas.


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