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Juan Manuel Rodríguez

Manual del presidente ofendido

Teixeira sabe que Robinho volará, pero, al mismo tiempo, conoce la necesidad imperiosa que Florentino Pérez tiene de ofrecerle cuanto antes otro "galáctico" a la afición del Real Madrid

Dice Emilio Butragueño que Vanderlei Luxemburgo tardó sólo ocho segundos en darle su opinión al presidente sobre Robinho, pero yo lo he cronometrado y en decir "es un crack" se tarda exactamente uno, sólo un segundo. Hubo, por tanto, otros siete segundos que habrá que investigar y que "Luxe" emplearía en otras cosas como, por ejemplo, preguntarle a Florentino Pérez por el carísimo mantenimiento del "Pitina II". Supongo que a Luiz Pereira, que fue el primero en toda Europa en dar la voz de alarma sobre la que se estaba preparando en el Santos, le dolerá mucho ver en el futuro a Robinho vistiendo la camiseta del Real Madrid, el eterno rival, pero así será si al final no lo impide Marcelo Teixeira.

El dirigente del Santos está siguiendo fielmente y como mandan los cánones el "manual del presidente ofendido" con el único objetivo de impedir, en primer lugar, que le emplumen con brea y le corran a gorrazos por todo Brasil y, en segundo lugar, sacarle la mayor cantidad de dinero posible al segundo club más rico del mundo. Seguro que Teixeira habrá empleado algo más de ocho segundos para cantarle a Florentino todas las excelencias de su jugador. Sin embargo el presidente del Santos debe ser plenamente consciente de que la permanencia en Brasil de Robinho hasta la finalización del Mundial de Alemania es inviable. El futbolista ha declarado en varias ocasiones que quiere jugar en el Real Madrid y, por motivos de seguridad, pretende traerse cuanto antes a España a su familia para evitar cualquier problema con los hinchas más violentos del Santos. Ya no podría seguir en Brasil aunque quisiera.

La historia tampoco da para mucho más. Teixeira sabe que Robinho volará, pero, al mismo tiempo, conoce la necesidad imperiosa que Florentino Pérez tiene de ofrecerle cuanto antes otro "galáctico" a la afición del Real Madrid. Florentino sabe que seguramente tendrá que pagar algo más de lo inicialmente previsto aunque cuenta con la inquebrantable voluntad del futbolista a la hora de jugar como local en el estadio Santiago Bernabéu. Y, al negarse a entrenar con el resto de sus compañeros, Robinho está tratando de acelerar las cosas. El "nuevo Pelé" brasileño jugará al lado de Ronaldo y Zidane, pero el argumento que Teixeira le plantea a Florentino es realmente contundente: "¿No pagó usted veintidós millones de euros por un tal Woodgate?"... Eso se tarda en decirlo menos de tres segundos pero para rebatirlo habría que emplear por lo menos un mes. Cuadran, por lo tanto, las fechas.
 

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