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Juan Manuel Rodríguez

Manzano, el hombre que no inventó el fútbol

Alva Fisher inventó la lavadora y Gideon Sundback la cremallera. El microondas fue una feliz ocurrencia (los solteros nunca se lo agradecerán lo suficiente) de Percy Le Baron Spencer, mientras que el fax que utilizamos todos los días en nuestro trabajo fue ideado por Arthur Korn, pero... ¿quién inventó exactamente el fútbol? Esa es la gran ventaja que el entrenador andaluz Gregorio Manzano tiene con respecto a algunos colegas suyos. El nuevo técnico del Atlético de Madrid es un hombre esencialmente sensato que sabe que él no inventó el fútbol y que aplica el sentido común a su trabajo diario con los jugadores, unos niños mimados y socialmente consentidos. Goyo es psicólogo, y no sólo de vocación sino también de profesión, y esa psicología le va a venir muy bien a un club que lleva el último año (alguno más, quizás) metido en el manicomio.

Manzano ya le dijo "no" en su día al Atlético de Madrid. Era un "dulce deportivo" al que renunció porque en ese momento creyó que el club no apostaba decididamente por él. Y ahora que acaba de convertir al Mallorca en campeón de Copa por primera vez en su historia, la sensatez del jiennense ha vuelto a cotizar al alza. Enrique Cerezo, con buen criterio, quiere que tras la tempestad llegue la calma de un entrenador tranquilo que no va a hacer ningún movimiento extraño. El nuevo presidente del Atlético de Madrid ha ganado mucho dinero como productor de cine y sabe que no hay nada peor que entregarle la película a un director que se cree un genio.

No hay más que leer las declaraciones de Luis Aragonés en Marca para darse cuenta de que este hombre ha perdido el "juicio deportivo". Es fácil extraer de sus palabras que ha querido morir matando. En dicha entrevista dice lo siguiente: "Debería saber (en referencia a Manzano) que Luis sigue siendo el entrenador del Atlético hasta el viernes. Y si no hay un acuerdo el viernes..." Si tengo que creer a Gregorio Manzano o a Luis Aragonés elijo decididamente al primero. Cuando Luis era entrenador del Betis le prometió a Lopera que iba a abandonar el fútbol para que le dejara marcharse. Estamos en el año 2003 y creo que Luis sigue entrenando. Hace unos meses dijo que su ciclo en el Atlético había concluido y que se iría sin cobrar un euro. Todo el mundo sabe lo que ha ocurrido después. Luis no le perdona a Manzano que presenciara en Pucela un Valladolid-Atlético, cuando al equipo rojiblanco le iban peor las cosas. Espero que ahora que ha prometido tomarse un año sabático no se le ocurra a él visitar ni uno sólo de los estadios españoles de Primera División.


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