Un aficionado del Athlétic le dice a otro: "¿Sabes que el Guggenheim ha costado veinte mil millones de pesetas?"... "Me da lo mismo", responde, "mientras meta goles"... El fichaje de Zidane por el Real Madrid -el segundo traspaso más caro de la historia tras el de Luis Figo, también madridista- va a dar mucho que hablar en el futuro. Florentino Pérez, elegido hace poco como "empresario del año" por una revista económica, habrá calibrado con exactitud el impacto de una contratación como esa en un club como el que preside. Resulta obvio decir que, hoy en día, en este negocio no basta con ser un buen futbolista, ni siquiera con parecerlo (como es el dramático caso de Nicolás Anelka): una "megaestrella" es aquella que por sí sola es capaz de llevar aficionados al campo y, además, rentabilizar su imagen. ¿Reúne Z.Z. esas características?
Deportivamente hablando no existe debate alguno. El fichaje de Zidane es el más importante de los últimos diez años y dará muchas alegrías a los aficionados merengues. Para el presidente del Real Madrid la contratación del líder de la selección francesa se había convertido en una cuestión de prurito personal, un "tour de force" de cara a la celebración en el año 2002 del centenario del club. En una jugada estratégicamente perfecta, el equipo fortalece una posición en la que hacía agua con el mejor del mundo en ese puesto y, de paso, garantiza la "jubilación" de Hierro retrasando -no queda otra solución- la posición de Iván Helguera.
Económicamente, el Madrid implanta sus reales en el mercado francés. Sólo falta saber (y para eso habrá que esperar hasta el año 2006) si es la imagen de Zidane o la de Figo, o quizás la de Raúl o Roberto Carlos, la que gana más partidos fuera del césped. Además de todo lo anteriormente expuesto, no hay más que presenciar la cara de Joan Gaspart -ojeroso, fatigado y hundido, apelando a la edad del nuevo jugador del Madrid como un obstáculo- para tener la seguridad total y absoluta de que el Real será dueño y señor en España durante, al menos, los próximos cinco años.
El Barcelona tuvo a los mejores y los dejó escapar. No veo a F.P. cometiendo el mismo error. Ató a Z.Z. como en su día hizo con Figo y blindará en el futuro (el próximo podría ser Roberto Carlos) a todos aquellos que le puedan dar algún problema. El caso es que Zidane no será bueno sólo mientras meta goles; como sucedía con Cary Grant, "Zizou" llena él solito la pantalla y ese es un gol impagable para Florentino.
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