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Pareciera como si en los últimos partidos, justo los cruciales, Del Bosque tuviera el prurito de demostrar que, además de una buena persona, es también un buen entrenador, un táctico a la altura de un equipazo como el que tiene el Real Madrid. Ya la pasada temporada sorprendió a todos al otorgarle la titularidad a César en detrimento de Casillas. Aquella fue una decisión que no explicó y con la que, a pesar de que César es un buen tipo, nunca estuve de acuerdo. Salvo que se escondiera algún asunto extradeportivo yo creo que, en líneas generales, Iker es un portero más completo. Luego se encargaría de demostrarlo con creces en la final contra el Bayer Leverkusen y de aquella decisión de Vicente nunca más se supo. Hoy Casillas es indiscutible.

Luego, a principios de la actual temporada, Del Bosque volvió a sorprender con la titularidad de Esteban Cambiasso. El argentino fue el acompañante habitual de Makelele, y ambos constituyeron los pulmones que insuflaban aire suficiente para que Zidane pudiera dedicarse a filosofar (porque eso es lo que hace, filosofar) con practicidad y elegancia sobre el juego que más le convenía a su equipo. Luego Cambiasso –¡pluff!– simplemente desapareció y llegó Flavio, uno de los pocos futbolistas brasileños que sólo saben correr. A Flavio le vino muy grande el equipo y demasiado pequeñas sus piernas. En otro momento determinado de la temporada Del Bosque sacó del baúl de los recuerdos a Steve Mc Manaman, el hombre que ha protagonizado las ruedas de prensa más felices en los últimos veinte años de la historia del club. El inglés es tan jovial como intrascendente en el actual juego colectivo madridista. Por otro lado, y mientras todo esto sucedía, Vicente empleaba a Guti en labores de delantero centro, (con Morientes y Portillo en el banquillo) media punta y hasta medio centro. Guti ha respondido de sobra en todas esas posiciones.

Contra la Juventus, Del Bosque introdujo un cambio que podría dar la sensación de ser inopinado aunque, según sus propias palabras, fue fruto de una serena reflexión: Morientes acompañó a Ronaldo, ejerciendo de "coche escoba" del brasileño que arrancaba desde más atrás tratando de sorprender a la defensa italiana. Al ver la alineación de la UEFA todos pensamos que había sido un error, pero no, no lo fue. Todos le reconocerán a Del Bosque su labor si el Real gana otro título. De no ser así el salmantino podría correr el serio peligro de morir de "tacticitis". Esperaremos...


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