La elección de la ciudad de Pekín como organizadora de los próximos Juegos Olímpicos del año 2008 es buena, en principio, para Madrid y Sevilla. La candidata china se impuso a Toronto y París, siendo la capital francesa la gran derrotada en la votación final. Aunque es un hecho contrastado que en el Comité Olímpico Internacional hay que perder muchas veces para luego conseguir ganar; Pekín, sin ir más lejos, cayó ante Sydney por tan sólo dos votos de diferencia, circunstancia esta que ahora habrá tenido su real importancia. Con esta elección el COI pretende dar un impulso de modernización y de democratización a China; que lo logre o no será harina de otro costal. Las lamentaciones de Chirac y Jospin, además de la humillante tercera posición en la que quedó ayer la fortísima candidatura parisina, colocan como favorita a la ciudad francesa para la organización de los Juegos del año 2012.
Aunque la elección de China posibilita que Madrid o Sevilla tengan también sus opciones. En el COI existe una norma no escrita que impide que un mismo Continente organice dos Olimpiadas de forma consecutiva. De haber sido París la elegida, España tendría que plantearse otra candidatura en principio para el año 2016. El Comité Olímpico Español tiene el año 2003 como fecha límite para la elección de su candidatura. El buen tino y la diplomacia de Alfredo Goyeneche, presidente del COE, no debería agotar ese plazo. En "El Tirachinas" del viernes tuvimos ocasión de conversar con José María Álvarez del Manzano, alcalde de Madrid, y Alejandro Rojas Marcos, ex edil de Sevilla por el Partido Andalucista. Este último acusa a los poderes políticos de "dejar morir el espíritu olímpico sevillano" en favor de la candidatura madrileña. Cuanto más tarde el COE en elegir, más enconado y duro será a la postre el debate y eso no será bueno para la imagen de España.
De Grecia pasaremos a China y de ahí, quizás, a Francia. No quiero ser pesimista pero tengo la sensación de que si Madrid o Sevilla quieren preparar sus Juegos Olímpicos deberán esperar, al menos, hasta el año 2020. Las candidatas españolas tendrán que perder para ganar, como ya hiciera en su día Barcelona. La ausencia de José Antonio Samaranch tampoco nos beneficiará demasiado. A largo plazo nuestro país volverá a organizar unas Olimpiadas; las de 1992 fueron un éxito y resultaron un ejemplo para todos. A corto plazo, Goyeneche y sus hombres deben elegir cuanto antes porque me temo que si no nos desangraremos por la herida del duelo madrileño-sevillano. En algo teníamos que seguir siendo diferentes ¿no?
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