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Juan Manuel Rodríguez

¿Para cuándo el G-1?

Naturalmente que no hay ninguna rivalidad entre Madrid y Cataluña, y claro que el tenis catalán tiene que seguir siendo el buque insignia del tenis español... ¿Y?... ¿Quién dijo nunca lo contrario?

De "G-3" a "G-2"... ¿Para cuándo el "G-1"?... No es que Pedro Muñoz me pareciera especialmente brillante ni muy despierto (tampoco le conozco demasiado para afirmar lo contrario) sino que fue el único que tuvo las suficientes agallas, los bemoles necesarios para cantarle las cuarenta en bastos al ínclito Agustín Pujol. El ex presidente cometió una auténtica felonía, hiriendo la yugular de la candidatura olímpica española, y al menos Muñoz le dijo en voz alta lo que todo el mundo pensaba en España. Muñoz se marchó de la federación, presentó su candidatura contra Pujol y éste, en vista de que el madrileño tenía férreamente controladas a las territoriales, se largó con viento fresco esgrimiendo eso tan recurrido del "fin de un ciclo".
 
No fue tonto del todo el tal Pujol, no, e incluso hubo quien, desde el desconocimiento o la ingenuidad más absolutas, le atribuyó a él personalmente un éxito que era atribuible a nuestros tenistas. Y ahora que Muñoz es presidente, ¿qué?... Lo más sencillo para él, que acaba de acceder al puesto, habría sido no tocar absolutamente nada, dejarlo todo igual. Lo más sencillo y quizás también lo más inteligente porque ahora, tras haber dejado al "G-3" en "G-2", le pueden culpar demagógicamente de que España no gane la tercera Copa Davis de su historia. El asunto de los capitanes es especialmente sensible desde la etapa de los Sánchez Vicario y Sergio Casal, y eso puede que sea así por la especial idiosincrasia de nuestros jugadores. Que yo sepa, esto de que haya varios encargados de dirigir el equipo de la Davis es un invento genuinamente español. Por lo demás, Muñoz, agigantado cuando sólo era candidato opositor a Pujol, aparece ahora acomplejado y pidiendo perdón.
 
Naturalmente que no hay ninguna rivalidad entre Madrid y Cataluña, y claro que el tenis catalán tiene que seguir siendo el buque insignia del tenis español... ¿Y?... ¿Quién dijo nunca lo contrario?... Quien buscó un violento choque de trenes entre Cataluña y Madrid no fue Pedro Muñoz sino el ínclito "Tirirí", aunque puesto de patitas en la calle el deudor se acabó de golpe el problema. Ahora sólo le queda a Muñoz apaciguar los ánimos de los tenistas y convencer a Avendaño y Arrese de que no traicionaron a Perlas...

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