Javier Imbroda estaba en el sitio equivocado y en el momento menos oportuno cuando Jorge Valdano le ofreció hacerse cargo del banquillo del Real Madrid de baloncesto. Luego él, llevado por la comprensible emoción del momento, cometió otro error al contestarle al argentino que sí, que él se responsabilizaba del "Retales Madrid" que estaban poniendo a su disposición. Sin tiempo (y sin presupuesto) para hacer fichajes, Imbroda fue pasto fácil para los intermediarios y se introdujo directamente en la boca del lobo. Fue sólo un poco más tarde cuando el ex seleccionador nacional de baloncesto se dio cuenta de que en aquella plantilla había sólo tres o cuatro jugadores a los que les importaba realmente el futuro de su equipo, otros cinco o seis que habían venido de vacaciones y un par de ellos que eran simple mobiliario de oficina. Si a esa situación caótica le añadimos además que Imbroda no procede precisamente de la escuela de los "entrenadores motivadores", la ruina estaba servida de antemano.
Lolo Sainz ha anunciado este viernes, tras darle oficialidad al cese de Imbroda, que él se hace cargo de forma exclusiva de todo lo que haga referencia a la sección. Es una buena noticia para el equipo madridista porque Lolo sabe bien lo que se hace. Sainz ha presentado lo que él ha definido como un "proyecto ganador" y ha advertido al futuro nuevo entrenador que no podrá "hacer y deshacer" lo que le dé la gana. Esto quiere decir que Lolo Sainz fichará los jugadores que le parezcan mejor y el entrenador se limitará a dirigirlos sobre la pista. Yo creo que bajo esas premisas es muy difícil que Zeljko Obradovic –que sonaba como futurible– se haga cargo de la sección en el futuro.
De la depresión por la que atraviesa la sección sólo pueden sacarla dos o tres nombres ilusionantes, de ahí que Lolo, hipotéticamente hablando, haya dicho que si él tuviera posibilidades de fichar a Pau Gasol y le dijera a Florentino Pérez que les iba a costar un riñón y medio, "Gasol estaría mañana en el Real Madrid". Lolo tiene que poner cuanto antes un Larry Spriggs en la vida de los aficionados madridistas, aunque con mejor fortuna de la que tuvo a mediados de los años 80 el primer jugador de la NBA que vino a la Liga española. Lolo tiene que dejarse de "Mumbrús" y "tururús" y traerse cuanto antes un Stanley Roberts que reanime una sección que está muerta y a medio enterrar. Sainz es la última oportunidad que tiene el Real Madrid de baloncesto de agarrarse a su propia historia con uñas y dientes. Si no lo logra, F.P. ya tendrá una excusa. Y con una es más que suficiente.
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