Menú
Juan Manuel Rodríguez

"Profesional-como-la-copa-de-un-pino"

El error de Daniel Sánchez fue prometer el domingo algo que sabía que no podría cumplir el martes. Ese fue su error, y quizá también el de jugarse su dinero en el Español, aunque no es la primera vez ni tampoco será la última que alguien no cumple su palabra en el fútbol. Es más, me atrevería a asegurar que la palabra dada es una figura retórica, en desuso y claro retroceso. ¿Para qué va a valer la palabra si ni siquiera sirven ya los contratos firmados? Este mundillo es tan cínico que cuando Dani juró y perjuró el domingo por la noche que Clemente seguiría siendo entrenador del Español todos dimos inmediatamente por hecho que el vasco sería cesado en un plazo máximo de cuarenta y ocho horas. El dio su palabra y nadie le creyó, no porque se tratara en concreto de Daniel Sánchez sino porque todo el mundo sabe que la palabra en el fútbol tiene menos valor que uno de los mil trescientos contratos de Nicolás Anelka.
 
A quien no logro entender tampoco es a Javier Clemente, quien acaba de reconocer su estupefacción al conocer la noticia. ¿Dónde ha estado Clemente las últimas diez semanas? ¿En Bali? ¿En Samoa? Dice Clemente que "esto es fútbol profesional y estamos en manos de amateurs". Tiene razón: los profesionales cobran y los amateurs pagan a los profesionales con tal de que su nombre salga en la prensa. Daniel Sánchez y su Consejo de Administración (que no tienen ni idea de fútbol porque serán profesionales de otros sectores) contratan a un profesional del fútbol (Clemente) precisamente para que dirija su equipo. ¿Y qué hace el profesional? El historial del Español esta temporada es el siguiente: ocho partidos perdidos, dos empatados y uno ganado, con ocho goles a favor y veintidós en contra. ¡Sería imposible que un amateur lo hiciera peor que Javier Clemente!
 
Como Clemente tiene salidas para todo, ahora le echa la culpa al empedrado de aquellos fichajes que le prometieron en el club y acabaron frustrándose. Y sin embargo, Clemente fue lo bastante "profesional" como para hacerse cargo de la plantilla en esas condiciones y no en otras diferentes. El fútbol también es distinto en esto. Por ejemplo: si contratas un abogado para que te defienda por una sencillita multa de tráfico y acaban cayéndote diez años de prisión en aquella abominable cárcel turca de "El expreso de medianoche", tú podrás exigirle responsabilidades al profesional de la abogacía que te hundió la vida. Aquí no. Clemente ha hundido al Español y encima cobra hasta la última peseta. Y además se marcha largando: "les va a costar mucho dinero echarme". ¿Quién no querría ser un "profesional" en tales circunstancias? Yo me apunto. Quiero ser un "profesional-como-la-copa-de-un-pino".

En Deportes

    0
    comentarios