El "entorno" culé vuelve a estar vitaminizado y supermineralizado. Le piden a Frank Rijkaard que quite a Víctor y él lo quita. Le aconsejan que tire de Iniesta y él tira. Reclaman la presencia de Sergio García y él les da a Sergio García. Le recomiendan que recupere a Luis Enrique y él recupera al veterano pulmón asturiano. ¿Qué más puede hacer este hombre atribulado?...
Puede colocar a Reiziger de central; puede situar a Márquez en la posición de mediocentro y retrasar un poquito a Cocu. Y después de desordenar tácticamente el equipo y jugar un rato a los entrenadores se puede optar porque vuelvan a jugar los "buenos" otra vez: Puyol, Quaresma, Overmars, Kluivert, Luis García, Ronaldinho... ¡Y cada uno en su puesto! Lo peor que podría ocurrirle a cualquier hombre que ocupase en el futuro el banquillo del Fútbol Club Barcelona es que le comparasen con Louis Van Gaal, el entrenador más pernicioso que ha tenido el club en los últimos veinte años, y eso le ha sucedido también a Rijkaard. El "entorno" supermineralizado ha tirado de hemeroteca y ha llegado a la conclusión de que justo hace ahora un año el equipo tenía un punto menos pero sin embargo "sólo" estaba clasificado en décima posición, mientras que ahora el Barcelona está decimosegundo. Todo lo daría por bien empeñado el "entorno" si no fuera porque, además de lo anteriormente expuesto, el Real Madrid es líder destacado y aventaja en dieciocho puntos (¡dieciocho!) al equipo catalán.