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Juan Manuel Rodríguez

Se acabó la fiesta

el Real Madrid, y mucho menos tras la eliminación del Barcelona en la Champions, no se encuentra en condiciones de ir a por la Liga, su objetivo debe ser amarrar como sea la segunda plaza que garantiza un puesto en la Copa de Europa

Se acabó la fiesta. Con este Real Madrid de los "galácticos" conviene hacer lo mismo que Ferrán Adrià con la tortilla española, deconstruirle. Y el deconstruidor que consiga deconstruirle, buen deconstruidor será. ¿Será Sacchi? ¿Será Butragueño? ¿O será de nuevo el presidente Florentino Pérez? ¿Quién será, será?... No querría ser cruel con una generación de futbolistas tan formidables como los que militan en ese equipo, pero, viendo la excasísima pegada que tuvieron los merengues en Delle Alpi, quizás sea lo mejor que haya podido sucederles. ¿Se imaginan que hubieran eliminado a la Juve y les hubiera tocado con el Olympique de Lyon de Paul Le Guen? ¿O de nuevo con el Milán? ¿O incluso con el Chelsea de ese pérfido Chucky portugués llamado José Mourinho?...
 
Si Fabio Capello, que no tenía sobre el campo a Pavel Nedved y que tuvo que encontrar su "luz" en Cannavaro y Camoranesi, consiguió ponerles en un auténtico brete con un fútbol que ya habrían considerado paleolítico allá por los años cincuenta, no quiero ni pensar qué habría sucedido si le hubiera tocado el PSV en cuartos de final... Nadie pone en duda que la Copa de Europa sea la competición del Real Madrid por antonomasia, (de hecho, Delle Alpi sólo se llena con los blancos) pero sus nueve títulos no ganan los partidos por sí solos. Para volver a hacerlo, para convertirse de nuevo en un equipo realmente competitivo, un equipo con sangre y carácter ganador, el club va a tener que llevar a cabo una deconstrucción que –ya advierto de antemano– puede resultar dolorosa y traumática si deciden afrontarla como Dios manda.
 
Dicen los jugadores que "ahora hay que ir a por la Liga". No nos engañemos: el Real Madrid, y mucho menos tras la eliminación del Barcelona en la Champions, no se encuentra en condiciones de ir a por la Liga, su objetivo debe ser amarrar como sea la segunda plaza que garantiza un puesto en la Copa de Europa de la próxima temporada, Y, desde ahora mismo, el "staff técnico" tiene que ponerse rápidamente a deconstruir pensando en septiembre, sacando a los que sobran e inyectando la imprescindible savia nueva que revitalice a un club al que se exige siempre que lo gane todo. Que Florentino recoja los vasos de papel, Butragueño el confeti y Sacchi los "matasuegras", porque, señoras y señores, se acabó la fiesta.

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