Una de las decisiones más polémicas adoptadas por Vicente del Bosque a lo largo de la temporada fue el cambio de portero. Rexach también titubeó entre Reina y Bonano, pero las dudas en el caso del entrenador del Barcelona estaban más justificadas porque su equipo no encontró nunca un patrón de juego definido. Sin embargo sí extrañó en el caso del Real Madrid que, a mitad de temporada, Del Bosque decidiera suplir a Iker Casillas, una de las joyas merengues, para dar entrada al silencioso César. Está a punto de concluir el año futbolístico a nivel de clubes, y Del Bosque no ha ofrecido aún una explicación razonada del cambio. El "mister" del Madrid dio un palo a la prensa deportiva aduciendo que en el debate Casillas-César nos podía más el corazón que la cabeza. Es posible. Pero... ¿qué fue lo que le pudo a él? Preguntado por activa y por pasiva, Del Bosque se ha negado a responder.
Está probado que los dos diarios deportivos de mayor tirada ("As" y "Marca") apostaron cada uno por un portero. ¿Por amistad? ¿Por interés comercial? Ni lo sé ni me interesa. No quiero la respuesta de Alfredo Relaño o Elías Israel, sino la de Vicente del Bosque: ¿por qué cambió? Paco Amiero, entrenador de porteros del Madrid, tampoco quiso clarificar la situación. Y, por ejemplo, Paco Buyo volvió a decir que la mayoría de personas que estaban opinando no tenían ni idea. De acuerdo. ¿Y por qué no responden los que saben?
En el Mundial vamos a encontrarnos con una curiosa paradoja. Camacho dará este lunes la lista definitiva de jugadores convocados para Corea, y en ella no estará el portero titular del equipo (espero) campeón de Europa, pero sí el suplente... ¿Cómo es posible? El seleccionador habrá visto valores en Casillas que no observó en César. Y a Del Bosque le habrá sucedido al revés. Muy bien: explíquenlos. Seguro que Del Bosque tuvo razones de peso para adoptar una decisión tan extraña. ¿Cuales fueron?
La misma duda razonable que tengo yo, tiene también el propio Iker Casillas que, el pasado miércoles en "El Tirachinas" de la Cadena Cope, expresó así su malestar: "Si yo soy alguna vez entrenador de fútbol, explicaré todo a mis jugadores". Ha sido el "silencio administrativo" y no su suplencia lo que, desde mi punto de vista, ha molestado a Casillas que ahora amenaza con buscarse las habichuelas en otro sitio. Iker quiere saber lo que el Madrid tiene pensado para él, y por eso pedirá día y hora en el bufete de Valdano. Supongo que don Jorge ya habrá pasado consultas con Del Bosque y conocerá el secreto mejor guardado: ¿Por qué Cesar sustituyó a Casillas a mitad de temporada?
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