El 0-4 de Son Moix es un mal resultado para el futuro del Barcelona. Es cierto que suma tres puntos contra el Mallorca, en un campo complicado, pero por otro lado oxigena a Gaspart y salva la cabeza de Van Gaal, los dos mayores enemigos que tiene en estos instantes el club azulgrana. Al acabar El Tirachinas del sábado por la noche, un madridista que se cruzó conmigo en los pasillos de la Cadena Cope, respiró aliviado: "¡Uff, menos mal, ya pensaba que se cargaban al holandés!". Créanme si les digo que el comentario tenía mucho más de realista que de irónico o cínico. Los merengues, encabezados por Florentino Pérez, prefieren que el Barcelona permanezca mucho tiempo en ese duermevelas, y es que, aunque el equipo culé se encontrara a treinta puntos del Real, el Barcelona seguiría siendo el enemigo a batir.
Por eso digo que el resultado de Mallorca fue malo para el barcelonismo. Puesto que esto se ha convertido en una cuestión personal, las familias de Gaspart y Van Gaal estarán encantadas de la vida, pero la familia barcelonista se habrá llevado un palo importante. Sólo un cataclismo (una victoria por 4-0 del equipo de Manzano), seguido de un maremoto (otra derrota en casa) podría desincrustar (ese es el término exacto, "desincrustar") a los dos "plomos" que tiran del Barcelona hacia abajo.
Un colega de El Mundo Deportivo opinaba el otro día que no debían engañar a los aficionados culés, y que Gaspart caía mal en Madrid por el simple hecho de que era catalán y presidente del Barcelona. Se remontaba a la época de Montal y acababa su repaso en la de Núñez. No creo que se pueda estar más despistado. La rivalidad Fútbol Club Barcelona-Real Madrid es, guste o no guste, la que alimenta al fútbol español. El Real necesita a un Barcelona poderoso, y al revés. El valor de las Ligas que conquistó el equipo de Cruyff se multiplicó por tres porque el Real Madrid quedó en segundo lugar. El "negocio del fútbol" (también el de El Mundo Deportivo) pierde fuelle sin esa rivalidad. ¿Que Gaspart cae mal por ser catalán? Hacía mucho tiempo que no leía un comentario tan simple como ese.
Conozco muchos madridistas que, cuando a Ramón Mendoza se le fue el club de las manos, preferían que perdiera el Real con tal de que se produjera un cambio en la presidencia. El 0-4 de Son Moix es un resultado tan engañoso como peligroso para el Barcelona. Es pan para hoy y hambre para mañana. De hecho, si el equipo hubiera perdido en Mallorca, ahora mismo Carlos Bianchi estaría viajando en Aerolíneas Argentinas camino de la ciudad condal. A eso le llamo yo un proyecto de futuro.
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