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Juan Manuel Rodríguez

Un cuento de baloncesto para no dormir

Resulta muy curioso darse un paseíto por la hemeroteca (hoy ya videoteca, aunque ahora mismo lo más in sea la puroteca) para refrescar lo que los horteras definen como "memoria histórica" y que no es más que puritita coherencia. Sigo ahíto tras escuchar a Ramón Mendoza en el debate que llevó a cabo Telemadrid con motivo del partido entre el Real Madrid y el Barcelona. Le preguntaron al ex-presidente sobre la deuda merengue, y éste respondió: "Debemos porque podemos". Alucinante. Y estresante para Florentino Pérez, que para tapar el agujero de "Mon" está tratando de cuadrar el círculo y poner de acuerdo a Partido Popular, Partido Socialista e Izquierda Unida por lo de la Ciudad Deportiva. Si el director del debate se hubiera dado una vueltecita por la biblioteca de los periódicos, habría llegado a la conclusión de que la presencia de Mendoza clamaba al cielo, resultaba ofensiva para la inteligencia del telespectador.

Veo que, a este paso, el tiempo y el olvido transformarán a Mendoza en un estadista, el Churchill blanco. Sin embargo, aquellos que seguimos informativamente hablando la gestión del ex presidente no podemos saltárnoslo a la torera y debemos ayudar a despertar. Hoy me ha venido a la memoria su ¿gestión? al frente de la sección de baloncesto. Un nombre me ha hecho recordar: George Karl. A Mendoza le soplaron que era un crack y se lo trajo de Estados Unidos. El poder de seducción hizo el resto. Pero a Karl se le impidió trabajar, se le humilló (Mendoza le llamaba "paleto americano") y acabaron por hastiarle. Un poco más tarde, se le utilizaría como "mercancía" para ganar un debate televisivo al inocente Ussía. Y volvió a irse para no regresar jamás.

George Karl está ahora a punto de convertirse en el entrenador profesional más caro de EEUU. Milwaukee Bucks le ha ofrecido 14 millones de dólares por continuar dos temporadas más; además de un 1 por ciento del club (estipulado en 125 millones de dólares – más de 23.500 millones de pesetas–). El propietario de la franquicia, el senador por Wisconsin Herb Kohl, le ha definido como "un líder con la única ambición de ganar". Karl ha logrado con los Bucks un registro de 114 victorias por 88 derrotas; y en el tiempo que lleva en la NBA ha ganado 617 partidos.

He llegado a la conclusión de que la vida es una contradicción. El senador Kohl probablemente pudiera permitirse el lujo de decir eso de "¡debemos porque podemos!", y sin embargo no lo hace. Por otro lado, el ojo clínico de Mendoza situó a Karl donde debía, hoy por hoy es el entrenador-paleto mejor pagado del deporte profesional americano. Eso merecería otro debate en Telemadrid ¿o no?

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