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Juan Manuel Rodríguez

¿Un dobles con los Simpsons?

La única critica deportiva (y social, y política) que me tomo realmente en serio es la de los Simpsons. Van directos al grano. Ordenan correctamente la famosa “pirámide informativa” y después la desparraman por el suelo. Lo hacen tan bien que realmente parece que no han salido de la Facultad. No se me ocurre qué podría pensar Homer si contemplara por primera vez el edificio de la Complutense, ese amasijo de bloques, ese laberinto en el que llegaron a perder al director de “Los otros”, la película que más dinero ha recaudado en la historia del cine español. Por eso mismo, cuando en uno de los últimos capítulos Homer y Marge decidieron comprarse una pista de tenis para ellos solitos me dije: “¡Date, aquí hay tomate!”.

Hace años poseer (porque ese era el término adecuado, “poseer”; la pista o se “poseía” o nada) una pista de tenis era —¿cómo dirían ahora? — “total” o “superior”. En muchas ocasiones la pista llegaba antes que el propio tenis. Quiero decir que, como en el caso de Homer Simpson, la gente compraba una pista para tener cierta relevancia social. Luego se aprendería (o no) a jugar al tenis. Eso no era relevante. Hoy aquella pasión frenética ha sido sustituida por el golf y, sobre todo, por el “paddle tennis” (entre ustedes y yo, el “padel”). Este verano pasado he podido comprobar la fiebre que ha despertado este deporte. Yo de pequeño quería ser Illie Nastase, y hoy todo el mundo quiere ser José María Aznar.

Las cosas están así. Homer y Lisa forman una pareja, y Marge y Bart la otra. Van a disputar un partido de “exhibición”, pero en realidad lo único que quiere Bart es destrozar a su mujer que le sustituyó en el último instante por su hijo. Lisa le dice a su padre: “Intentaremos jugar lo mejor posible”, y Homer sale corriendo: “¡Hablas como una perdedora!”. Como Homer —por cierto, el peor de los cuatro con gran diferencia— sólo quiere ganar, sustituye a Lisa por Venus Williams. Para equilibrar el partido, Marge cambia a Bart por Serenna Williams. ¿Me siguen?...

En un momento del partido de dobles, Marge le dice a Serenna Williams: “Es imposible”, a lo que la tenista profesional responde: “¿Hasta qué punto deseas ganar?” Serenna sustituye a Marge por Pete Sampras, aburrido a la espera de protagonizar un anuncio de chocolates. Y Venus, viendo que con Homer perderá inevitablemente el partido, le cambia por André Agassi. Homer le pregunta a su hijo: “¿Quién soy yo, Serenna o Venus?” Y Bart le contesta: “Tú eres André, yo soy Serenna”. Matricula de honor para los Simpsons.


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