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El mismo periodista —José María García— que hizo famoso lo del "Pablo, Pablito, Pablete" y "Pedrusquete", en referencia a Pablo Porta y José Luis Roca, se encargó de aplicarle a Angel María Villar la especie del "honrado y trabajador". Aquello, lejos de convertirse en una alabanza, terminó siendo un cachondeo. Resultaba inevitable que alguien añadiera: "¿Y listo?... Honrado y trabajador, pero... ¿listo?" Angel María Villar lleva tanto tiempo recalcando fúlbol, con "l", con un entusiasmo tal, que yo creo que al final el palabro entrará en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, y al susodicho Villar le dejarán ocupar un sillón —el de la "l", naturalmente— junto a Nieva y Umbral. ¿Qué es en realidad Villar, salvo un recreador del lenguaje, un inventor de mundos fantásticos y paralelos? Villar, como Shaquille O'Neall o el "pollo de Kentucky", sólo sabe hacer bien una cosa bien, pero la borda: es tenaz dentro de su propia tenacidad.

Recuerdo cuando José Joaquín Brotons empezó una entrevista a Villar de la siguiente guisa: "¿Y usted por qué dice fúlbol?", a lo que el presidente de la Federación respondió: "¿Y usted por qué está tan gordo?". Y se acabó. ¿Qué más podías decirle? Desde ese momento todo el mundo tuvo claro, en UEFA y FIFA, en G-14 y G-11, en Liga Nacional de Fútbol Profesional y Consejo Superior de Deportes, que Angel Villar había nacido para hacer lo que le viniera en gana. Y hoy es un día importante para él porque acaban de elegirle vicepresidente de la FIFA... ¿Quiere decir esto que todos sus miembros pronuncian fúlbol con "l", y que esa es condición sin la cual uno no escala puestos en el máximo organismo del fútbol continental? Sinceramente no lo sé, pero lo cierto es que el vizcaíno Angel Villar continúa en su ascenso imparable.

Siempre he tenido la impresión de que a Villar le resbala todo. En su momento, se convirtió en el último defensor vivo de Javi Clemente como seleccionador nacional, y ahí resistió, en Alberto Bosch, como si la Federación y la selección fueran suyas, y los demás fueramos "okupas" del equipo nacional. Debe ser así —trayendole a uno todo un poco al pairo— como se asciende en la inexorable rueda del stablishment organizado. ¿Que Villar insiste en su "l" de fúlbol?... Escribamos nosotros "baloncesto" con "v", a ver qué pasa. A don Ángel sólo le queda por ascender un escaloncito más, y ante la jubilación de Matarrese y el enfrentamiento mortal entre Blatter y Johansson... ¿A que no se imaginan quien podría llegar a ser presidente de la FIFA? Eso mismo. El jefe del fúlbol español.

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