Admiróse Tocqueville en su primer viaje a los Estados Unidos, iniciado en mayo de 1831, de cómo funcionaba la democracia en América. Ya en su época, más de uno de sus coetáneos se sorprendió del análisis que este hacía en torno a la tentación sobre los abusos en los que podría caer el poder. Como observará el lector, hay vicios que no cambian, por eso son clásicos quienes son capaces de reflejar las miserias humanas. Dada su intemporalidad, nos interpelan generación tras generación.
En cambio, entre los considerados cronistas de hogaño, cuánta mediocridad se pone de manifiesto cada vez que se abre una espita. Hemos visto cómo los juntaletras de medio pelo que pueblan las redacciones de los boletines al dictado de su amo, se han precipitado a hacer leña de lo que ellos consideran un árbol caído.
Hemos podido leer a abyectos y serviles rompeteclas rebozarse en su miseria, regocijándose en la infame sentencia contra Federico; aunque muy a su pesar, el árbol sigue erguido y, como el olmo de Machado, en este mismo mes, con nuevas hojas verdes. Estos mediocres fueron caracterizados perfectamente por la aguda mirada de Tocqueville quien, en su La democracia en América, ya señalaba: "Se encuentra en el corazón humano un gusto depravado por la igualdad, que inclina a los débiles a querer atraer a los fuertes a su nivel, y que conduce a los hombres a preferir la igualdad en la servidumbre a la igualdad en la libertad." Todos estos escribidores tienen menos libros leídos que ideas en la cabeza y, de estas no les conocemos ninguna, al menos buena.
A estos fervientes amantes del dictado y de la consigna se ha sumado un grupo nuevo: los que podríamos denominar "los chicos del faraón". El alcalde de Madrid cuenta con un fiel número de aduladores al que acaba de sumarse Pío García Escudero, tan bueno, ¡tan mediocre! Estoy conmovido. No hay que olvidarse de que Gallardón es el sucesor de Vestringe en el delfinato de Fraga. No acabo de entender qué tiene el puesto: Vestringe abandonó el partido para irse a la izquierda y Gallardón ha decidido llevarse a la izquierda el partido en lugar de irse él. ¿Qué les hará Fraga?
Mientras el alcalde se dedica a hacer las rayas, éstas imaginarias, que delimitarán el terreno de juego del próximo congreso búlgaro-popular, en el que paladearán la primera de las victorias conducentes a la derrota final, Mariano Rajoy, García Escudero, Sáenz y Cía. celebrarán la condena a FJL en los micrófonos y cámaras de los medios que los han estado criminalizando durante los últimos años. El servilismo llevado al extremo. La nueva versión pepera no admite a los periodistas libres, le gustan la instrucción y la obediencia, la libertad les pone muy nerviosos. Ya lo dijo Marianenko Rajoyev en Elche. ¿Se acuerdan? Sí, aquello de los liberales al partido liberal...