Menú
Julio Cirino

Sueños y pesadillas de Cavallo

El ministro de Economía argentino, Domingo F. Cavallo anunció la noche del lunes 3 que en el mes de agosto se cumplió la meta del déficit cero, agregando triunfalmente que tuvimos un “leve superávit”. La recaudación llegó a los 4.064 millones de pesos –o dólares, por ahora. Lo que motivó la alegría del palacio de Hacienda fue que se aguardaba una caída de la misma del orden del 7%, pero al comparar la recaudación de agosto con la de igual mes del año anterior esta bajó "sólo" un 3,4% y en términos relativos al mes anterior (julio 2001) subió un 5,3%.

Estos resultados, presentados como un éxito por el ministro de Economía, en realidad muestran que por determinación política se someterá al país a lo que va a ser una larga agonía para finalmente tener que encarar lo inevitable, un país que no crece no logrará evitar la suspensión de pagos. Al respecto pueden recordarse las afirmaciones de Cavallo el pasado mes de marzo, cuando señalaba que para el tercer trimestre del año el país estaría creciendo con cifras cercanas al 10%; un par de meses después moderó estas expectativas y situó los guarismos en un 5%; para hoy, las estimaciones mas optimistas hablan, y muy tímidamente, de un crecimiento eventual del 1%, si se revertieran las tendencias recesivas, lo que por el momento no parece posible.

Repasemos brevemente algunos datos que quedaron eclipsados en la euforia del “déficit cero” (convertido en estos días en nuestra nueva razón para vivir).

Conflictividad social y desempleo. Según datos oficiales, respecto de igual mes del año anterior el número de huelgas y paros aumentó diez veces. Los despidos sumaron más de 6.000 durante el mes de agosto y fueron un 152% superiores a los de agosto de 2000; se registraron además 9.500 suspensiones temporales de personal, un aumento del 105% respecto del año anterior. Entre enero y agosto de este año, 41.000 personas aparecen en los registros oficiales como despedidas y unas 90.000 sufrieron diversos tipos de suspensiones.

Recaudación impositiva. Después de las "buenas noticias" vinieron las malas, y estas lo son en serio. En Argentina, el impuesto mas ligado al consumo y a la economía real es el IVA (21%), que mostró una caída del 17,3% respecto del año anterior. El segundo impuesto en importancia –Ganancias (Beneficios)– cayó un 12,8%, mientras que el impuesto sobre los carburantes mostraba una baja en la recaudación de un 12,3%. El impuesto a los bienes personales (Patrimonio), que se aplica a los que se considera “ricos” y que es un impuesto progresivo que partiendo de bienes por mas de 102.000 pesos grava, al menos en teoría, a los que más tienen, es un ejemplo lamentable de que a pesar de la declamativa oficial, la evasión sigue tan rampante como siempre. En agosto cayó un 20% y la baja que acumula en los primeros ocho meses del año alcanza un 31%. Lo grave es que se trata de uno de los impuestos más fáciles de cobrar (casas, aviones, autos de lujo y barcos no son simples de ocultar). Con voluntad política y un sistema de cruzamiento de datos elemental se podrían detectar estos activos sin mayores inconvenientes.

En la arena política. Domingo Cavallo comunicó al Parlamento que para el viernes 7 de septiembre se aguardaba que el Fondo Monetario Internacional aprobaría la carta intención, al tiempo que solicitaba de los legisladores que se abstuvieran de criticar el acuerdo con el FMI antes que fuera aprobado (nada dijo del día siguiente). También informó que el proyecto de presupuesto para el año 2002 ingresará en el Parlamento el día 15 de septiembre, pero por primera vez en la última década, llegará sólo con las metas generales de crecimiento y recaudación. Las planillas que contienen las partidas presupuestarias (desagregadas) que permiten saber el detalle de los recortes, que se prevén muy duros, llegarán después de las elecciones parlamentarias del 14 de octubre venidero. Estas elecciones son muy importantes para la gobernabilidad del país, porque en ellas se disputan los 72 escaños de un Senado plagado de escándalos y denuncias, donde sólo un pequeñísimo porcentaje de los senadores intentará ser reelegido, más los 128 escaños del 50% de los miembros de la Cámara de Diputados.

En un contexto político donde el oficialismo no presenta candidatos propios y el Presidente procura desde ahora desvincularse de los resultados electorales que sabe le serán adversos, la determinación del gobierno fue llegar a estas elecciones de cualquier modo y a cualquier precio, pero llegar. ¿Qué pasará el día siguiente? Aun los más optimistas observadores de la realidad económica señalan que las perspectivas para el último trimestre del año no son precisamente alentadoras y las probabilidades de tener que incrementar los ya resistidos recortes salariales son aún muy altas. Esto, en medio de una catástrofe electoral, abre las puertas a escenarios impensados, casi todos ellos con un común denominador, la impopularidad y falta de apoyo a la dupla Cavallo–De la Rúa; con lo que el interrogante será si el Presidente se desprende de su ministro de Economía o si este arrastra a ambos en su caída.

Mientras tanto, aguardamos la llegada de los 8.000 millones de dólares teóricos (porque de estos, ni uno verá las tierras de América del Sur) que en nada van a contribuir para solucionar los problemas estructurales del país.

En Libre Mercado

    0
    comentarios