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Julio Cirino

¿Y el vicepresidente?... Se fue!!!

El Vicepresidente de Argentina, Carlos Álvarez, renunció inesperadamente a su cargo este viernes 6 de Octubre como forma de expresar su disconformidad con los cambios efectuados por el presidente Fernando De La Rua 24 horas antes, cambios de gabinete que habían dejado intactos a dos de los funcionarios de primer nivel implicados en el supuesto caso de sobornos en el Senado que conmueve al país desde hace ya casi un mes.

Carlos Álvarez es la cabeza de lo que podría denominarse el “ala izquierda” de la gobernante “Alianza”, coalición de la tradicional Unión Cívia Radical (UCR) y el Frente al Socialismo (FREPASO). La nueva administración que se hizo cargo hace tan solo 10 meses (tras derrotar en la contienda electoral al Partido Justicialista que había llevado al poder a Carlos Menem en 1989) mostró casi de inmediato que la dupla De La Rua-Carlos Álvarez, había resultado una formula ganadora a la hora de desarrollar la campaña electoral, pero llegados al poder, las desavenencias de fondo y forma afloraron casi de inmediato.

El escándalo que operó como detonante tomó estado público – por boca del ahora ex-vicepresidente – cuando este denunció que un número indeterminado aún de senadores habría recibido importantes sumas de dinero para aprobar una controvertida ley de reforma laboral que impulsaba el actual gobierno.

El ex-vicepresidente se puso al frente de lo que prometía ser una “limpieza” en el Senado, bregando por la obtención de las renuncias de aquellos miembros de la Cámara implicados en las acusaciones. Para colmo de males, la causa le tocó en suerte a un juez federal, que a su vez está bajo investigación por supuesto “enriquecimiento ilícito”. Esto llevó al sr. Álvarez a señalar las pocas posibilidades que la investigación tenía de concluir con resultados concretos.

De haber existido el delito de soborno al Senado tendría que haber del lado del Ejecutivo algún funcionario o funcionarios que se ocuparon de hacerlo efectivo y en este sentido, las sospechas apuntaban al entonces ministro de Trabajo y al director de Inteligencia. El ex-vicepresidente solicitó la renuncia de ambos.
En el cambio de gabinete anunciado el pasado jueves, el presidente De La Rua mantuvo en su puesto al director de Inteligencia y elevó al cargo de jefe de Gabinete al cuestionado ministro de Trabajo. Fue más de lo que Carlos Álvarez estaba dispuesto a aceptar.

A todo esto la crisis económica no muestra signos de mejorar; las cifras oficiales elevan la desocupación a un preocupante 16% y en las visiones mas optimistas, el crecimiento global del país no superaría un 2%.

La reacción empresarial apuntó justamente a esto al señalar un profundo disgusto, no por el hecho puntual de la renuncia, sino por la actitud de una clase política displicente y mucho mas preocupada por dirimir las apasionantes luchas “internas” por el poder, que por cumplir el mandato para el que fueron electos.

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