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Ketty Garat

El crepúsculo de Alfredo

 

Querido Pablo:

 

Te escribo desde el Palacio de Congresos de Málaga donde los llamados arquitectos de campaña desmontan el escenario que hace una hora era una sobredosis de euforia colectiva. Euforia, sí. Pero también, desesperación. Tan evidente es que los socialistas actúan a la desesperada que su última carta no podía ser otra que los sentimientos. Esas emociones subjetivas tan ajenas a la realidad y con las que pretenden apelar al corazón del votante, cuando no a las entrañas. Defienden sus 130 años de socialismo, sus principios, sus valores, sus logros en política social, y… su patriotismo. Lo hacían Rubalcaba y Zapatero en su único mítin juntos en toda la campaña electoral. Quien es todavía secretario general y quien aspira a serlo. Actuaban como si fueran amigos. Hablaban de fútbol, de cuando ven el Madrid-Barça juntos... y parece que su distancia futbolera es igual a la personal. No en vano, sus distanciamientos se hicieron públicos hace un rato. 'José Luis' hablaba en subjuntivo de “los errores que hayamos podido cometer”; Rubalcaba, en afirmativo: “como dice José Luis, las cosas las haríamos ahora de otra manera. Pero el PSOE sí hace autocrítica”.

 

No obtante, la foto de unidad y conciliación entre ambos era más que necesaria. Lo único que le faltaba al PSOE son las rencillas personales que, sin embargo, existen. Cuando ha terminado este acto generacional -pues así lo querían vender en el PSOE- todos los intervinientes -hasta 10- se han subido brazos en alto. Zapatero, Rubalcaba, Valenciano, Griñán, Madina, Trini... ¡como si hubieran ganado las elecciones! Los dos primeros conversaban pero ni se esforzaban en poner esa sonrisa forzada que usan los políticos para tapar una bronca. Gesticulaban. Me puedo imaginar lo que diría ZP, dispuesto al destierro monclovita pero en absoluto dispuesto a comerse él sólo el marrón de haber hundido al país. Y es que por más que Rubalcaba hable de que “tendremos un resultado importante”, la realidad del PSOE es otra. Aquí en busPSOE hemos hecho ya la famosa porra. Vosotros estáis tardando. De media le damos 130 escaños, es decir, más que Almunia, lo que le permitiría a Rubal ser líder de oposición. Esa es la meta. Pero hay quien le da incluso 110. Tanto que habla Rubal en sus mítines de Pablo Iglesias y, desde luego, van por el camino de volver a esos tiempos de ¡un solo escaño!

 

Mañana, Pablo, en Barcelona, estaremos en el Centro de Convenciones. Justo al lado de nuestra sala -¡oh paradojas de la vida!- se estrena la premier de la saga Crepúsculo. Sí, sí, como lo oyes. Y estamos todos muertos de risa porque no sabemos a qué crepúsculo preferimos ir: si al del PSOE o al de verdad. En fin, que estamos ahí ahí... Y no es que yo diga que en el PSOE haya vampiros, pero de muertos vivientes ¡andan sobraos !

 

Un beso

Ketty

 

PD: Ni qué decir tiene que entre Robert Pattinson y Rubalcaba... (omitiré mis gritos de fan).

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