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Ketty Garat

"¡Nos atacan desde España!"

Rubalcaba está preocupado por Cataluña; no por los resultados electorales, sino por la deriva independentista.

Querido Pablo:

No se si tú o el presidente, pero alguno de los dos tiene una solitaria en la boca del estómago. ¡¡No paráis de comer!! Perdóname, pero es que tengo hambre, y entre el sustento y escribirte me quedo con lo último, que es más productivo. En fin, que yo esta semana no se por dónde empezar: si por nuestra querida Fiesta Nacional, si por Cataluña, o Galicia, o el rescate, o los míos... Venga, vamos con los míos, que se te hace la boca agua (ah, no, que es a mí, pero por el hambre). Resulta que esta semana ha reaparecido alguien muy interesado en que se note su presencia. Chachán, chachán... ¡¡¡CARMEN CHACÓN!!! Allí ha estado de entrevista en entrevista, de mitin en mitin, y además en mi tierra gallega apoyando a los del PSdG, que en Cataluña no despiertan muchas simpatías (aunque en Galicia tampoco van muy allá). Lo cierto es que la socialista catalana ha tenido turné esta semana por varios medios de comunicación, aunque ninguna de sus citas aparecía en la agenda diaria del PSOE. Curioso, ¿no? Menos mal que El Mundo la sacó en portada con esa foto de la sede del PSC atacada y ya se quedó tranquila.

La exministra de Defensa habla de todo menos del partido, que es lo mismo que hablar del partido. Sin cargo orgánico alguno, lo que en realidad hace esta diputada rasa es postularse, pues su talón de Aquiles ya está recuperado. Hablo del del pie, no de Rubalcaba, que cada día está peor. Mientras avanzamos hacia la fecha de las elecciones catalanas, que provocarán la escisión PSC-PSOE, y aparece entre medias Maragall anunciando un nuevo PSOE en Cataluña (que nada tiene que ver con Alfredo ni con Carma), el puzzle se va complicando y Rubalcaba anda "preocupadísimo". "Me voy más preocupado de lo que vine", ha dicho en un entorno y un contexto que te contaré más adelante porque ahora no me dejan, aunque te advierto de que la frase central es brutal. El motivo de la preocupación de Alfredo no es su partido –que también–, aunque esté a punto de la debacle en Galicia, País Vasco y Cataluña (no hay dos sin tres, como la selección española), sino Cataluña. Y no por los resultados electorales, sino por la deriva independentista que se percibe en esa comunidad.

Me dicen que Rajoy está más tranquilo y que conoce cuál es la solución. ¿Tú la sabes? Estoy segura de que los tanques no lo son, diga lo que diga Artur Mas. No se atreven ni a sacarlos a paseo en el desfile... ¡Ay! ¡Tengo una anécdota genial! Me la contó el otro día un amigo mío de Cataluña Radio. Resulta que le llamaron sus jefes de Barcelona pidiéndole urgentemente un teléfono del Ministerio de Defensa. Esa mañana la centralita de la radio echaba humo... Los habitantes de los pueblos cercanos a los Pirineos se habían despertado con el ruido de unos aviones volando a 300 metros sobre el suelo. Los más mayores se asustaron y, una vez que cundió el pánico, comenzaron a llamar por docenas exclamando: "¡Nos atacan desde España!". La reacción normal de la radio habría sido llamar a la calma, pero prefirieron llamar a Defensa, donde consiguieron que un portavoz explicara en directo las maniobras que nuestro Ejército estaba realizando en la zona. Vamos, lo normal. Hay gente a la que se le ha ido la olla, ¿no te parece?

El caso es que muchos se han acabado por creer tanto el cuento de los secesionistas, hemos llegado a un punto tan surrealista, que Kafka alucinaría. ¡Si el Gobierno no se atreve ni a hablar! ¿Se va a atrever a atacar? Y por eso te pregunto, por lo que inquieta tanto a los míos: WERT (el hombre está de moda hasta en el teclado del ordenador: las cuatro letras juntitas, como hecho adrede). El caso es que yo estoy de acuerdo con él, pero creo que los tuyos le han dejado un poco en cueros. Y, según me cuentan, él también lo cree. Dicen que está más quemao que la moto de un hippie, porque está harto de hacer de pirómano y que el Gobierno le respalde tan poco, tanto en público como en privado. Soraya escurrió el bulto en el Consejo cuando le preguntaron hasta cinco veces por la palabra maldita: españolizar. Y digo yo: si Cataluña se quiere independizar, catalanizar y, en definitiva, escindirse de España, ¿por qué el Gobierno no puede defender que hay que españolizar Cataluña, que es parte de España? No lo entiendo. Para una vez que lo hacen bien y ganan una batalla, salen huyendo del campo como si hubieran perdido. Querido: así, no.

En fin, que me apunto la cita gallega, que voy a ser la mejor anfitriona en Santiago, aunque me vayas a meter paliza... Bueno, los tuyos. De momento, me voy a coger fuerzas a Cádiz, que ya nació mi sobrino Alfredito. Dicen que se parece mucho a mi hermano Manolo. Y con esto de que mi sobri es un augurio del advenimiento del sucesor del PSOE (ya me lo creí), me puse a buscar un Manolo. Manolo, Manolo.... ¡Manolo Chaves! Con eso de la regeneración de Rubalcaba, a lo mejor cuela, ¿no?

Un beso,

Ketty.

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