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Moto GP

Pese al titular, no, en este artículo no hablaré de fútbol y aún menos de la décima siendo la que escribe una atlética a la que todavía le duele aquel 24 de mayo.

Este número redondo, diez, es el número de títulos mundiales a los que aspira esta temporada el piloto italiano Valenino Rossi. De ellos 7 los ha logrado en la categoría reina de la que ahora es uno de los pilotos más veteranos. Último ganador con las míticas 500 CC, ganador con Honda, con Yamaha y sufridor de la Ducati. Precisamente tras su paso por la fábrica italiana pocos podían haber imaginado que tras aquel fiasco Vale, como le llaman sus amigos, podría volver a los más alto de la parrilla y hasta disputar de nuevo un Mundial. El año pasado el paso adelante dado fue importante y el subcampeonato logrado junto a la Yamaha, superando a la Honda de Dani Pedrosa y a la Yamaha de su compañero Jorge Lorenzo, nos devolvió al Valentino que tanto queremos en España, pese a ser el principal rival de los nuestros.

Un Valentino que mantienen vivo su talento y su competitividad a base de no perder la ilusión por la carreras, por la competición, por la velocidad y el riesgo. Ha sabido aprender de los nuevos valores, sobre todo de la forma de pilotar de Marc Márquez, y lo ha hecho con humildad, la misma que demuestra en el trato de tú a tú.

Un piloto inmerso en la proyección de nuevos talentos italianos, tanto dentro del Mundial con el equipo que regenta en Moto3 como a través de su Academy en la que forma y proyecta a chavales que sueñan en Italia con ser Valentino Rossi. Con ellos corre, entrena y se ríe. Ellos aprenden de un maestro y éste, Valentino mantiene viva junto a ellos la ilusión de esa primera vez en un gran premio, o en una categoría.

La clave de Valentino es seguir disfrutando dando gas, seguir queriendo ser el mejor y cruzar primero la línea meta. Este año esa ilusión, ese pushing que te hace ser campeón, está más cerca de conducir a la consecución de su décimo título mundial. Él lo ansia, tanto que no ha dudado en asegurar que preferiría el décimo título antes que ser padre, consciente de la dificultada de lo primero y la sencillez de consecución de lo segundo.

La mejora en la velocidad punta de la moto, la reducción del peso y la incorporación del sistema seamless de cambio han acercado a la Yamaha a la todopoderosa Honda, por lo que cabe pensar que a Marc Márquez no le será tan fácil repetir la hazaña de las dos últimas temporadas.

El único pero con el que se encuentra de frente Rossi, y además de una manera irremediable, es su edad, es decir, que las oportunidades para lograr los diez títulos se acaban y las prisas apremian.

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