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Luis Hernández Arroyo

¿Es tan grande el riesgo inmobiliario?

Si la renta nominal sigue creciendo en España como se espera (como un 6%), y el empleo mantiene un ritmo como en años pasados, creo que las familias podrán absorber con holgura suficiente este encarecimiento de las hipotecas.

Los fabricantes de perspectivas macroeconómicas ofrecen sus "ofertas de enero" para el 2007. Hay lógicas discrepancias entre los distintos observadores, pero si hay una cosa clara es que la economía mundial seguirá enfriándose: en 2005 se creció globalmente un 4,9%. En 2006 todavía no se han cerrado las cuentas, pero se crecerá un punto o punto y medio menos que el año anterior. Para 2007, las perspectivas que están ahora en oferta son de otro recorte en el crecimiento, que según la media del Consensus Forecast (conjunto de los 31 observadores más selectos, oficiales y privados) se quedaría en un 3,2%.

Hay una serie de variables clave que determinan la certeza o no de las previsiones: el precio de la energía es crucial, y parece que, siendo la oferta rígida y la demanda alcista, no queda más remedio que no ser optimistas en este campo. El mayor optimismo que se permite, es que se mantenga el precio de ahora.

Otra variable determinante es, lógicamente el tipo de interés. Los tipos han subido en 2006, como puede verse en el gráfico adjunto, para combatir los posibles brotes inflacionistas como consecuencia del brutal encarecimiento del petróleo.

Tipos oficiales de interés

Lo más sorprendente es la mini subida del Banco de Japón (del 0% al 0,25%) que, con una inflación nula o negativa (deflación) se ha querido curar en salud y ha gripado su propia economía. ¡Enhorabuena!

La subida del BCE tampoco deja de ser curiosa y discutible: con una inflación inferior al 2%, y un crecimiento esperado en descenso (del 2,7% al 2% en 2007), el BCE ha subido del 2% al 3,5% su tipo oficial, y se espera que siga elevándose hasta el nivel del 4% al final del 2007. Tampoco se explica muy bien dicha subida en un contexto cambiario de apreciación del euro, lo cual, de por sí, es un factor antiinflacionario. El euro se apreció frente al dólar un 11,6% en el 2006 y un 30% desde que se emitió. Además, la economía alemana no luce muy boyante: ha crecido un 2% este año, pero en 2007 se va a tener que conformar con un 1,5%, cifra esmirriada y anémica, fruto de un consumo literalmente estancado, tras un parco avance del 1,1% en el 2006. Un problema de demanda interna, pues luce un "saludable" excedente exterior del 4% del PIB. Esto lleva a poner en duda que el BCE tenga margen para llegar al 4%. Si lo hace, esperemos que sea por culpa de un robusto crecimiento de la zona euro...

En todo caso, con un tipo máximo del 4%, no veo señales acuciantes de alarma en cuanto a nuestro mercado inmobiliario. Si la renta nominal sigue creciendo en España como se espera (como un 6%), y el empleo mantiene un ritmo como en años pasados, creo que las familias podrán absorber con holgura suficiente este encarecimiento de las hipotecas. Y es que pienso que las grandes crisis inmobiliarias se daban en el pasado por las grandes volatilidades del tipo de interés, que castigaban duramente a los pobres deudores por dos vías: encarecimiento de la deuda y caída draconiana del activo colateral. Pero desde hace años, los tipos se mueven lentamente. Son otros tiempos, o al menos lo parecen.

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