Menú
Luis Hernández Arroyo

Hacer negocio metiendo miedo

Una cosa es que sería bueno que se moderasen los precios de la vivienda y del consumo en España, y otra muy distinta intentar provocar un pánico para que la gente se eche en los brazos del sablista.

España es pícara porque la picaresca encuentra su cultivo natural en la falta de información o, mejor, en la desinformación agresiva. Y en España, tierra de especial vivir en el limbo, los resquicios para montar tocomochos legales son numerosos y constantes. Una nueva picaresca que ya se publicita en la radio es la oferta de unos servicios financieros especiales. ¿En qué consisten? Primero, en sembrar la duda, la incertidumbre y el miedo en los millones de españoles que, en estos años de bajos tipos de interés, se han lanzado a consumir y a hipotecarse y han convertido su ahorro en la adquisición de bienes más o menos aconsejables.

Este miedo consiste en hacer creer que "los expertos" (sic) dan como hecho seguro que la subida de los tipos de interés del BCE es ya "imparable". Por ello, las deudas hipotecarias y de todo tipo amenazan convertirse en una pesadilla para los millones de deudores bancarios que se encontrarían, en poco tiempo, ante los tribunales perdiendo sus bienes, legalmente adquiridos pero ya imposibles de financiar. Entonces, surge la nueva empresa financiera X, que por un modesto porcentaje –5%, dicen– te refinancian todo eso que tú no vas a poder pagar. ¿Beneficencia gratuita? Nadie vende duros a 4 pesetas. Ellos ganan, y mucho: lo que da el margen entre su coste de financiación y el tipo que cobran... Aparte de lo que te hagan firmar en la letra pequeña.

Todo este montaje es rotundamente falso. Es falso por una razón muy sencilla: porque es altamente improbable que los tipos de interés suban disparados hacia arriba. Asustar a la gente con un evento muy improbable debería ser delito, pues no deja de tener efectos indirectos en una serie de comportamientos que llevan a mermar el consumo, la inversión y el trabajo. Una cosa es que sería bueno que se moderasen los precios de la vivienda y del consumo en España, y otra muy distinta intentar provocar un pánico para que la gente se eche en los brazos del sablista.

Y es improbable que los tipos de interés se disparen como una flecha porque la economía de la zona euro no está rebosante de salud, por mucho que nos lo quieran hacer creer, y porque la inflación se ha comportado muy decentemente pese a la subida del coste energético. La tasa de paro está en un elevado nivel cercano al 8%. A ello se añade un excedente de balanza de pagos. Como se puede ver intuitivamente, el crecimiento no es intenso –y se espera que se modere–, hay recursos todavía infrautilizados, la inflación es baja, los salarios no descuellan y no se ve el porqué los tipos habrían de ponerse muy por encima de estas modestas cifras. Es más, teniendo en cuenta el repliegue que se espera para el 2007 en el área, cabe sospechar, con fundamento, que el tipo de interés está ya cercano, muy cercano, a su máximo nivel.

En Libre Mercado

    0
    comentarios