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Luis Pazos

Protagonismos en Chiapas

Cuando el presidente mexicano Vicente Fox dijo que en poco tiempo terminaría con el conflicto de los guerrilleros en Chiapas partió del falso supuesto que la otra parte estaba interesada en concluir el conflicto. Lo que Fox pasó por alto es que al subcomandante guerrillero Marcos no le conviene finalizar el problema, pues mientras dure sigue siendo el centro de atracción.

En un ambiente democrático, al igual que lo hicieron los guerrilleros en El Salvador y Nicaragua, Marcos debería incorporarse a la vida política mediante un partido. Si no lo hace es porque piensa que su actual personalidad de enmascarado le brinda más en publicidad que convertirse en un político que lucha por las vías democráticas para cambiar y mejorar al país.

Víctor Cervera Pacheco, actual gobernador de Yucatán y quien pertenece a la casta de los dinosaurios priístas, mantiene una posición parecida a la del subcomandante Marcos, pues sabe que al provocar un conflicto jurídico con la federación, además de mantenerse como una figura nacional, le ayuda a manipular el sentimiento regionalista de los yucatecos. El "show" de Cervera busca revertir la previsible derrota del PRI en las próximas elecciones para gobernador. Cervera utiliza la misma lógica de Marcos, tira la piedra y esconde la mano; genera violencia y dice luchar por la paz; viola la ley y pide que se cumpla.

La historia de Cervera como político está ligada con el centralismo, la imposición y el atropello a los yucatecos; sin embargo, ahora, pasando por alto su pasado inmediato, tacha de centralista el compromiso de cumplir con la ley. Y, al igual que Marcos, quiere asumir el papel de víctima para lograr el apoyo de la opinión pública.

Los papeles de hacerse la víctima, iniciar incendios para después disfrazarse de bomberos y mantener vivo un conflicto con afanes protagónicos los descubre ante la opinión pública. Si bien Marcos y Cervera pueden en determinado momento reunir una multitud que los aclame, la mayoría de los ciudadanos y la población trabajadora, que no tiene tiempo para andar en mítines y constituye el grueso del voto, condena las actitudes al margen de la ley de esos dos personajes en Chiapas.

Ojalá Marcos y Cervera se den cuenta de que el entorno político y social de México ha cambiado y que sus actitudes ya no pertenecen al siglo XXI. Más que hacerse pasar po héroes o víctimas, están siendo vistos como emisarios del pasado, retrógrados y cuyas posturas perjudican al naciente sistema democrático mexicano.

© AIPE

Luis Pazos es director del Centro de Investigaciones sobre la Libre Empresa de México.

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